tag:blogger.com,1999:blog-13501221179901721262024-02-19T04:23:22.626-04:00Noche OscuraBlog dedicado a transitar los haceres y no haceres del misticismo. Se aceptan comentarios y colaboraciones dentro de la temática, si gustan favor enviarlas a jerohmontilla601@gmail.com (San Juan de los Morros, Venezuela)historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.comBlogger16125tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-29259065278319247072012-01-06T14:32:00.002-04:302012-01-06T14:34:32.017-04:30El Salmo del Astrónomo<p class="MsoNormal"></p><div style="text-align: right;"><b style="color: rgb(34, 34, 34); font-family: Arial, sans-serif; line-height: 115%; "><span >Daniel R Scott</span></b></div><span style="line-height: 115%; font-family: Arial, sans-serif; color: rgb(34, 34, 34); "><br /><span > Sigo leyendo el comentario bíblico de William McDonald, y creo que seguiré con él por un largo tiempo. Esta obra de más de mil páginas es erudita, sencilla, devocional y muy práctica, si es que acaso es posible combinar esos cuatro elementos en una obra teológica de naturaleza protestante. Con esta herramienta, y con mi nueva traducción de la Biblia "vida Abundante" estudio largamente, con meditación y reverencia (Dios lo sabe) el Salmo 8, conocido por algunos como el "Salmo del astrónomo" ¿La razón? Más que evidente. Sus versión más representativa, hermosa y llamativa se lee de la siguiente manera: "Cuando miro el cielo de noche y veo la obra de tus dedos-la luna, y las estrellas que pusiste en su lugar-me pregunto: ¿Qué son los simples mortales para que pienses en ellos, los seres humanos para que de ellos te ocupes?" Es el asombro del hombre cuando contrasta la enormidad del universo con su propia pequeñez. Lamentablemente la mayoría de los hombres se quedan con tan solo "¿Que son los simples mortales?" y se vuelven hacia el ateísmo. Millares de estrellas y distancias inmensurables no les permiten pensar en un Dios personal.</span></span><p></p><p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%; font-family: Arial, sans-serif; color: rgb(34, 34, 34); "><span ><br />Dice MacDonald en su comentario del salmo: "Cuando consideramos los innumerables millones de estrellas, las enormes distancias en el universo, y el poder que mantiene a los planetas en órbita con precisión matemática, la mente siente algo como una sobrecarga de circuitos y nuestro asombro no tiene límites." Y nuestro amigo tiene razón. Para muestra un botón: Se dice que para llegar a la estrella más cercana a la tierra (Próxima Centauro) en un viaje de diez años, ¡habría que viajar a la velocidad de la luz! ¡Un viaje de ida y vuelta a la velocidad de la luz llevaría veinte años! Sin mencionar las complicaciones que traería la Teoría de la Relatividad formulada por Albert Einstein: al llegar estos viajeros a la tierra luego de su viaje de veinte años se encontrarían que en el planeta han transcurrido doscientos años. Un viaje a la velocidad de la luz. Es decir, a 299.816 kilómetros por segundo. La enormidad de las estrellas y las distancias del espacio dejan al hombre más culto pasmado. Con sobrada razón el salmista exclamó lleno de asombro: "¿Qué son los simples mortales?"</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%; font-family: Arial, sans-serif; color: rgb(34, 34, 34); "><span ><br />Sin embargo la exclamación del dulce salmista de Israel nos quedó incompleta. Su lectura completa es: "¿Qué son los simples mortales para que pienses en ellos, los seres humanos para que te ocupes de ellos?" El punto principal de la oración es que tenemos un Dios personal que piensa y se ocupa de nosotros. Sí, es cierto: somos un punto imperceptible dentro del vasto universo. "¡Sin embargo, Dios tiene interés en cada individuo! ¡Se preocupa personalmente e íntimamente por cada ser humano!" (MacDonald) ¿Y por qué? El salmo da la respuesta: "Los hiciste poco menor que Dios." Es decir, como tradicionalmente decimos, fuimos creados "a imagen y semejanza de Dios." Ajá, hay galaxias y estrellas diseminadas por los espacios infinitos, pero por mucho que esto nos sorprenda, allí no está la imagen de Dios. Es la obra de Dios pero no su imagen. Lo realmente único, sorprendente, digno de admiración, es que en nosotros repose la semejanza del Dios creador del universo. "El hombre comparte con Dios algunas facultades que no son compartidas en ninguna otra parte de la creación" continua diciendo el comentarista bíblico. No debemos sentirnos como huérfanos del universo. La "soledad cósmica" de la que habla el filósofo queda descartada. Somos objeto de la amorosa solicitud de ese Dios que nos protege y bendice. Alrededor del mundo son muchos los que dan testimonio de una intervención milagrosa de la Deidad en sus vidas. Habrá sus excepciones pero la excepción no anula la regla. Misterios ante los que debemos guardar silencio.</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%; font-family: Arial, sans-serif; color: rgb(34, 34, 34); "><span ><br />Querido lector: termino abruptamente este artículo preguntando: ¿Vives a la altura de esas facultades que compartes con Dios? ¿Has hecho algún esfuerzo para tener comunión con el Dios del cosmos?</span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="line-height: 115%; font-family: Arial, sans-serif; color: rgb(34, 34, 34); "><span ><br />1 Agosto 2011</span></span><o:p></o:p></p>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-64089796147901319762011-12-08T18:47:00.007-04:302011-12-08T19:06:10.856-04:30El mundo es una ilusión (la teología de Phillip K. Dick)*<h1 class="post-title" style="text-align: right; vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-weight: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 15px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; font: normal normal normal 30px/30px BebasNeueRegular, Impact; background-color: rgb(255, 255, 255); "><p class="post-excerpt" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; font: normal normal bold 13px/15px Helvetica; color: rgb(64, 64, 66); text-align: left; "></p><ul class="left" style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-weight: normal; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; list-style-type: none; list-style-position: initial; list-style-image: initial; line-height: 16px; "><li style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; font-size: 13px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 5px; margin-right: 0px; margin-bottom: 5px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; "><span style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-weight: bold; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Publicación:</span> 05/12/2011 9:02 am</li><li style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 5px; margin-right: 0px; margin-bottom: 5px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; "><span style="font-size: 13px; vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-weight: bold; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Autor:</span> <a href="http://pijamasurf.com/author/lucien-de-pourtales/" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-weight: bold; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><span class="Apple-style-span" >Aleph de Pourtales</span></a></li></ul><p></p><p class="post-excerpt" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 20px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; font: normal normal bold 13px/15px Helvetica; color: rgb(64, 64, 66); text-align: left; ">Un enigmático episodio, en el que recibió una "invasión mental cósmica", marcó la vida de Phillip K. Dick e hizo que creyera que el mundo en el que vivimos es un simulacro, desarrollando toda una teología de la gran ilusión cósmica.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; "><a href="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/Philip_K_Dick1.jpg" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><img class="alignleft size-medium wp-image-41619" title="Philip_K_Dick1" src="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/Philip_K_Dick1-250x300.jpg" alt="" width="250" height="300" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 1em; margin-bottom: 1em; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; float: left; " /></a></p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Hace un par de semanas se publicó <a href="http://pijamasurf.com/2011/11/finalmente-se-publica-la-exegesis-ultima-de-philip-k-dick/" rel="nofollow" target="_blank" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); ">The Exegesis</a>, la obra póstuma de Phillip K. Dick de más de 900 páginas en donde el que actualmente es el escritor de ciencia ficción más popular de Hollywood (y quizás pase a ser el más importante en la historia del género), explora y reflexiona sobre un intrigante episodio que le ocurrió en 1974 y del cual se deriva (y cifra) su teología. Estas meditaciones metafísicas, que no fueron escritas para ser publicadas, constan de más de 9,000 páginas, las cuales fueron editadas para componer una obra relativamente digerible.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">La teología sobre la que devanea K. Dick es, como quizás sea obvio para sus lectores, una espectral madeja de paranoia y lucidez que, más allá de explorar una veta un tanto radical (y alucinatoria) del cristianismo, se centra en la preocupación central de la obra de este escritor estadounidense: qué es la realidad. Este cuestionamiento, que ha sido abordada con cierto parentesco por Borges, Baudrillard, Hume y los filosófos presocráticos, encuentra en K. Dick a uno de sus más profundos inquisidores.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">El 20 de febrero de 1974, Phillip K. Dick vivió un acontecimiento —que alguna vez describió como una invasión mental cósmica— en el que, aparentemente, un rayo láser le disparó una corriente de conocimientos arcanos.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; "><a href="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/sirius-fish.gif" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><img class="alignright size-medium wp-image-41623" title="sirius-fish" src="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/sirius-fish-300x135.gif" alt="" width="300" height="135" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; float: right; " /></a>Ese día de febrero de 1974, justo la semana en la que se había publicado la novela <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Flow My Tears, the Policeman Said, </em>Dick fue al dentista a que le quitaran las muelas del juicio bajo los efectos del tiopentato de sodio. Pocas horas después se halló sufriendo un dolor extremo en su casa. Su esposa habló a la farmacia a pedir analgésicos. Tocaron a su puerta y, según relata, K.Dick sintió la necesidad de abrir él mismo pese a que estaba sangrando y adolorido. La chica de la farmacia llevaba puesto un collar brillante con un pez dorado en el centro. Este pez hipnotizó a Dick, quien le preguntó a la chica:</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">“Qué significa?”</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">La chica tocó el pez dorado resplandeciente con su mano y dijo :”Es un símbolo usado por los primeros cristianos”.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Luego me dio mis medicamentos. En ese instante, mientra volteaba a ver el símbolo del pez brillante y oía sus palabras, experimenté de súbito lo que luego descubrí se conoce como<em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">anamnesis</em> —una palabra griega que significa, literalmente, “pérdida del olvido”. Recordé quién era y dónde estaba. En un instante, en un parpadeo, todo regresó a mí. Y no solo podía recordarlo: lo podía ver. La niña era una cristiana secreta y yo también. Vivíamos con miedo de ser detectados por los romanos. Teníamos que comunicarnos con signos crípticos. Ella me había dicho esto y era verdad.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; "><a href="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/philipdickcrumb.jpg" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><img class="aligncenter size-full wp-image-41620" title="philipdickcrumb" src="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/philipdickcrumb.jpg" alt="" width="350" height="476" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 0px; margin-left: auto; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; display: block; " /></a></p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Phillip K. Dick viviría el resto de su vida, hasta 1982, obsesionado por este episodio que incluiría una serie de comunicaciones telepáticas el mes subsecuente. De aquí se desprende la extraña cosmogonía de Phillip K. Dick, que si bien ya había sido esbozada en muchas de sus obras previas, toma un cariz radical y se afianza en su teoría de que la realidad en la que vivimos es un simulacro. En su ensayo <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">How to Build a Universe That Doesn’t Fall Apart</em> explica:</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">La respuesta a la que he llegado tal vez no sea la correcta, pero es la única que tengo. Tiene que ver con el tiempo. Mi teoría es esta: en algún sentido fundamental:<em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; "> el tiempo no es real</em>. O quizás sí sea real, pero no como lo experimentamos o como imaginamos que lo es. Tuve una aguda y abrumadora certidumbre (y todavía la tengo) de que pese a todo el cambio que vemos, un paisaje específico permanente subyace al mundo del cambio: y este paisaje invisible subyacente es el de la Biblia; es, específicamente, el periodo inmediato a la muerte y la resurrección de Cristo; es, en otras palabras, el tiempo del Libro de los Hechos. </p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Puede parecer un tanto delirante que un escritor ahora tan reconocido, y cuyas historias alimentan el cine y la televisión<span class="Apple-style-span" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; "> </span>cada vez más, creyera que en realidad estamos en Judea, inmóviles (como el Ser de Parménides), 2000 mil años atrás. Phillip K. Dick era consciente de esto y muchas veces buscó desestimar esta espisodio visionario —que siempre persistió como un enigma. Lo transmutó en ficción en la que para algunos es su obra maestra, <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">VALIS</em>, novela en la que el rayo láser que percibió dispararse del collar de la repartidora de fármacos se vuelve el rayo láser satelital que usa la computadora cósmica para proyectar hologramas y transmitir información en la Tierra —mantener también esta ilusión temporal. El sueño eléctrico de la divinidad de K. Dick, novelado, en el que esta divinidad informática que proviene de Sirio se comunica con él para revelarle lo que podríamos llamar los intersticios de la Matrix.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; "><a href="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/k.dick_.jpg" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><img class="aligncenter size-full wp-image-41621" title="k.dick" src="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/k.dick_.jpg" alt="" width="500" height="502" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 0px; margin-left: auto; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; display: block; " /></a></p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Dick escribió en <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Exegesis</em>:</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Parece que somos bucles de memoria (portadores de ADN capaces de experiencia) en una sistema computacional pensante en el que, aunque hemos correctamente grabado y almacenado miles de años de información experiencial, y cada uno de nosotros posee depósitos un tanto diferentes de todas las otras formas de vida, hay un mal funcionamiento —una falla— en la recuperación de la memoria. </p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Tenemos aquí una clara muestra de la <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">anamnesis</em> que es clave en el sistema filosófico-religioso de K. Dick y la cual equivale a la gnosis platónica: saber es recordar. Recordar quiénes somos, intuye K. Dick, es ver más allá del simulacro, acceder a la esencia intemporal que participa en el Logos (el Logos que es “aquel que piensa, y aquello que se piensa: el pensador y el pensamiento juntos”; Dick cree, como cierta corriente en la física cuántica, que la información es el constituyente primordial del universo). Asimismo, la conciencia de que somos proyecciones holográficas o seres ensoñados nos abre la puerta a ser el proyector de hologramas y el soñador.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">El éxito de K. Dick se sustenta en que pese a que llevó a su mente a los límites más extremos de la metafísica, que en ocasiones rayaron en la más pura psicosis, siempre conservó el humor y la crítica. También de <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">How to Build a Universe That Doesn’t Fall Apart:</em></p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Me puedo imaginar a mí mismo siendo examinado por un psiquiatra. El psiquiatra dice, “¿Qué año es? Yo respondo, “50 d.C”. El psiquiatra parpadea y luego me pregunta. “¿Y dónde estás tú?” Yo respondó, “En Judea”. “¿Dónde rayos está eso?”, me pregunta. “Es parte del Imperio Romano”, tendría que responder. “¿Sabes quién es presidente?”, me preguntaría el psiquiatra, y yo repsondería, “El procurador Felix”. “¿Estás seguro de esto”, diría el psiquiatra, mientras que da señales encubiertas a dos asistentes corpulentos. “Sí”, le respondería. “A menos de que Felix haya dejado su puesto y entonces habría sido reemplazado por el procurador Festus. Ve, San Pablo fue aprehendido por Felix por…”. “¿Quién te dijo todo esto?”, interrumpiría el psiquiatra, irritado, y yo respondería, “El Espíritu Santo”. Después de eso me retendrían en la habitación de hule, dentro mirando hacia afuera, y sabiendo exactamente por qué estaba ahí.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Siempre esta doble realidad en el pensamiento de K. Dick: el psiquiatra es también el procurador romano que detiene a los cristianos, que lo detiene a él que ha escuchado la voz del Espíritu Santo, cuya paloma ahora es un rayo láser. Estamos aquí y allá, sentados en la eternidad y en esta película (una especie de cinta de Hollywood personalizado) que es el tiempo. </p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; "><a href="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/dickfreakingout.jpg" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><img class="alignleft size-full wp-image-41622" title="dickfreakingout" src="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/dickfreakingout.jpg" alt="" width="340" height="387" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 1em; margin-bottom: 1em; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; float: left; " /></a>La obsesión por el episodio epifánico de K. Dick se vio aumentada por el hecho de que aparentemente recibió información telepática que comprobó ser cierta más allá de su mente. Supuestamente se le avisó que su hijo estaba enfermó y podría morir. Examinaciones médicas de rutina mostraban que el niño no tenía ninguna enfermedad; sin embargo, K. Dick insistió en que se realizaran exámenes exhaustivos. Se le decubrió una hernia inguinal que lo habría matado si no hubiera intervenido la inteligencia cósmica. Esta comunicación, de manera cambiante, fue percibida por K. Dick como proveniente de una inteligencia del sistema estelar de Sirio (para los interesados en el tema se recomienda leer<em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Cosmic Trigger</em>, donde Robert Anton Wislon explora la sincronicidad de que por la misma época varias personas reportaron recibir comunicación telepática de Sirio, entre ellos, él y Tim Leary). Los emisores son los constructores originales, que en <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">VALIS</em> revelan: “Nunca lo hemos dejado de hacer… Todavía construimos. Construimos este mundo. Esta matriz de espacio-tiempo”. Phillip K. Dick liga a los arquitectos de la Matrix sirianos con los cristianos del código del pez: ¿acaso las entidades sirianas son semidioses marinos, una especie de peces cibernéticos súper-evolucionados, cuyo linaje entronca con Cristo?</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Añadiendo a la mistificación, por el tiempo de la invasión cósmica mental la esposa de K. Dick supuestamente<span class="Apple-style-span" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-align: -webkit-auto; "> </span>transcribió sonidos cuando lo oyó hablar dormido y descubrió que estaba hablando en griego koiné, el dialéctco que se hablaba en la era helénica de la antigua Grecia y el cual nunca había estudiado. Este espisodio de supuesta xenoglosia no se ha podido aclarar si es parte de una mitificación <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">à propos </em>del mismo K. Dick o un suceso que él mismo penso que sí ocurrió –quizás en su mente se borran las fronteras entre su obra y la realidad.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">En febrero de 1974 K. Dick acababa de publicar su novela<em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; "> Flow My Tears, The Policeman Said</em>, la cual, según contó en varias ocasiones, descubrió<em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; "> a posteriori</em> que estaba, inconscientemente, registrando sucesos que ocurrían en el Libro de los Hechos y cuyos personajes describían de manera puntual a personas que aún no conocía. Esto contribuyó a que no tomara el episodio visionario a la ligera.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Evidentemente los críticos y biógrafos de Phillip K. Dick proponen teorías alternativas para explicar la fuente de su trance visionario. Una de las versiones más socorridas es la de que este episodio fue propiciado por un ataque de epilepsia del lóbulo temporal (al parecer K. Dick, como Van Gogh, Dostoievski o Flaubert, padecía esta condición con la que la ciencia muchas veces intenta explicar las teofanías). También se han esbozado versiones de que fue el resultado del exceso de vitaminas que consumía, un <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">flashback</em> de su experimentación con drogas psicoactivas o simplemente una manifestación de su psique desequilibrada que por momentos lo llevaba a la locura. El mismo K. Dick consideró en algunos momentos de su vida que podía tener un origen neurológico, lo cual es parte de la tesis que desarrolla en <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">VALIS</em> a través de su alter ego Horselover Fat, quien tal vez padece esquiozofrenia. Consideró, sin embago, muchas otras posibilidades, algunas bastante extrañas, como la de que el obisbo muerto Jim Pike estaba invadiendo su mente (acaso por resonancia mórfica espectral) y luego pensando que más bien era la mente de un antiguo griego llamado Asklepios o una posesión avatárica del profeta Elías.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Aún más interesante que definir qué fue lo que sucedió aquella mítica tarde del 20 de febrero de 1974 es navegar a través de las elucubraciones que suscitó dicho episiodio, consolidando en este escritor una inexorable suspicacia de que la realidad que experimentamos es falsa. Aquí vale la pena salir un momento de la dimensión psicótica de K. Dick para encontrar ecos de su visión radical de la realidad en otros autores que quizás sean considerados con mayor estimación por el <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">mainstream</em>. Vemos en Borges un notable parangón:</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">“El mayor hechicero (escribe memorablemente Novalis) sería el que hechizara hasta el punto de tomar sus propias fantasmagorías por apariciones autónomas. ¿No sería ese nuestro caso?” yo conjeturo que es así. Nosotros (la indivisa divinidad que opera en nosotros) hemos soñado el mundo. Lo hemos soñado resistente, misterioso, visible, ubicuo en el espacio y firme en el tiempo; pero hemos consentido en su arquitectura tenues y eternos intersticios de sinrazón para saber que es falso.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; "><a href="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/phillip_k_dick.jpg" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><img class="alignright size-full wp-image-41624" title="phillip_k_dick" src="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/phillip_k_dick.jpg" alt="" width="369" height="490" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; float: right; " /></a>Estos intersticios pueden ser los canales por los cuales la divinidad se comunica a sí misma su ilusión de ser en el tiempo. Y quizás no es del todo importante si ocurren generados por una aflicción neurológica, la ingestión de una sustancia psicodélica, un rayo láser rosa o por el mismo Espíritu Santo, ya que lo que se comunica es, más que la esencia de la divinidad, la ilusión del mundo —en cuyo desvelo está esa divinidad. Phillip K. Dick era un maestro en hacernos cuestionar esta realidad, ver, por así decirlo, los cables detrás de las cosas, el engranaje de la máquina y la escenografía que subyace al paisaje. “Me gusta construir universos que se deshacen. Me gusta verlos desbaratarse y ver cómo los personajes en las novelas se adaptan a este problema”. La crisis del momento en el que se desmorona la realidad es el estado de máxima conciencia y transformación. Ponernos en esa situación, como lectores, es una extraordinaria virtud que germina la semilla central del pensamiento filosófico de nuestra civilización (que Platón atribuye a Sócrates): el derecho y la responsabilidad de cuestionar las cosas y cuestionar a la autoridad, una autoridad que podemos identificar con los constructores de la ilusión. En este sentido la teología de K. Dick tiene una lectura filosófica que no se ve necesariamente contaminada de religión o fanatismo.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">La filosofía gnóstica de Phillip K. Dick tiene un profundo sentido ético (una ética metafísica). Más allá de que su obra, dentro de la simulación y el artificio que predomina, celebra al humano auténico y exalta la empatía como la emoción suprema que permite al hombre permanecer dentro de la ilusoriedad que, como en <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Ubik</em>, hace todo evanescente y corrupto, K. Dick sugiere que es nuestra labor <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">realizar</em> el mundo:</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">En el <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Timeo, </em>Dios no crea el universo, como sí lo hace el Dios cristiano. Simplemente lo encuentra un día. Está en un estado de caos total. Dios se dispone a transformar el caos en orden. Esta idea me atrae y la he adaptado para adaptarla con mis propias necesidades intelectuales: ¿qué pasaría si nuestro universo empezara como algo no del todo real, una especie de ilusión, como la religión hinduista sostiene, y Dios, por amor y caridad hacia nosotros, lentamente lo está transmutando, lenta y<em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; "> secretamente</em>, en algo real?</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Para llegar (o llevar) al mundo a la realidad, según la exploración teológica de K. Dick, el hombre debe descubir su ilusoriedad fundamental, pero también combatir todo aquello que falsifica y simula. Por lo tanto son los valores que históricamente predican las grandes religiones los que le permiten afianzarse dentro de la desintegración ontológica que permea a este mundo, concebido como una contracreación o una copia de la realidad divina por un demiurgo a veces identificado con el diablo. En el amor y en la empatía el hombre vislumbra el orden divino original y participa en la esencia subyacente de las cosas o espíritu. Dice Dick:</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">La suma de mucha de la teología y la filosofía presocrática puede expresarse así: el <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">kosmo</em>s no es como aparenta ser, y probablemente lo que es, en su nivel más profundo, es exactamente lo que los seres humanos son en un nivel más profundo —llámenlo alma o mente, es algo unitario que vive y piensa, y solo parece ser plural y material.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; "><a href="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/android_wideweb__470x3120.jpg" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); "><img class="alignleft size-medium wp-image-41625" title="android_wideweb__470x312,0" src="http://pijamasurf.com/wp-content/uploads/2011/12/android_wideweb__470x3120-300x199.jpg" alt="" width="300" height="199" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 1em; margin-bottom: 1em; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; float: left; " /></a>Dudar de la realidad del mundo material, del mundo sólido que experimentamos todos los días y en el cual nos construimos como entidades individuales aparentemente independientes de los demás, puede considerarse para muchas personas una simple alucinación o una percepción poco fundamentada según los preceptos aprendidos de la razón (o como algo aterrador al significarnos como simulacros). Las cosas no se desintegran de la nada, siguen ahí, pueden tocarse y a la vez cambian conforme a leyes establecidas, predecibles y constantes. Pero consideremos la posibilidad de que esto sea así precisamente porque nosotros —o alguien más— las dotamos de esta realidad: al participar<span class="Apple-style-span" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-align: -webkit-auto; "> </span>después de todo en la divinidad subyacente somos entidades dadoras de realidad, la mirada es siempre transformadora. </p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Phillip K. Dick definió la realidad como “aquello que persiste, incluso cuando dejamos de creer en ello”. Las cosas —la mesa, el árbol, el auto— persisten en nuestra experiencia común: no nos despertamos y nuestra mesa ha desaparecido. Pero, ¿cuándo hemos dejado de creer en la mesa? ¿Cuándo hemos en verdad dejado de creer en la solidez del mundo? Y, al morir, ¿acaso permanecerá la personalidad que supuestamente integramos: ser Phillip, o Juan, o <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">Yo</em>, si dejamos de creer que somos esa persona?</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">El autor de esta entrada manifiesta su afinidad con la delirante y valiente obra de Phillip K. Dick y la fascinación por interrogar la naturaleza de la realidad. Quizás esto muestra una especie de rechazo al mundo, una excesiva oniricidad, pero quien alguna vez ha visto —o al menos ha creído ver— la radical ilusoriedad de este, el código de glifos y fractales luminosos de la Matrix o los fotogramas con los cuales los agentes van concatenando el holograma del tiempo, difícilmente dejará de sentirse atraído por estos temas y estará genuinamente interesado en descorrer el velo, siquiera por un instante, y asomarse al jardín que yace suspendido en la eternidad, aquí.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Escribiendo en Disneylandia, Phillip K. Dick anticipó la <em style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; ">realización</em> al final de los tiempos:</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Tal vez el tiempo no solo se está acelerando; tal vez, además, está por terminar.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 30px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: justify; ">Y si lo hace, los juegos de Disneylandia no serán nunca igual. Porque cuando el tiempo finalice, las aves y los hipopótamos y los leones y los venados de Disneylandia no serán más simulaciones, y, por primera vez, un ave real cantará.</p><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; color: rgb(64, 64, 66); text-align: left; ">Twitter del autor: <a href="http://twitter.com/alepholo" rel="nofollow" target="_blank" style="vertical-align: baseline; font-family: inherit; font-style: inherit; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; text-decoration: none; color: rgb(15, 76, 107); ">@alepholo </a></p></h1><p style="vertical-align: baseline; font-family: Helvetica, Arial; font-size: 14px; outline-width: 0px; outline-style: initial; outline-color: initial; padding-top: 0px; padding-right: 0px; padding-bottom: 0px; padding-left: 0px; margin-top: 10px; margin-right: 0px; margin-bottom: 10px; margin-left: 0px; border-top-width: 0px; border-right-width: 0px; border-bottom-width: 0px; border-left-width: 0px; border-style: initial; border-color: initial; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); "><span class="Apple-style-span">*Tomado de <a href="http://pijamasurf.com/2011/12/el-mundo-es-una-ilusion-la-teologia-de-phillip-k-dick/" style="font-family: Georgia, serif; font-size: 16px; line-height: normal; ">http://pijamasurf.com/2011/12/el-mundo-es-una-ilusion-la-teologia-de-phillip-k-dick/</a></span></p>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-59792124049127075082011-06-03T23:22:00.006-04:302011-12-08T19:07:19.911-04:30RUTAS DE FE<span style="font-weight: bold; font-size: 180%; ">UNA IMAGEN, UNA PUERTA, UN CAMINO…</span> <p class="MsoNormal" style="text-align: right; "><span style=""> <span style="font-size:130%;"><span style="font-weight: bold;"> </span></span></span><span style="font-weight: bold;font-size:130%;"><span style=" line-height: 115%; Calibri","sans-serif"; font-weight: bold;font-family:";">TIBISAY VARGAS ROJAS </span></span><span style="mso-spacerun:yes;font-size:100%;"><span style="font-weight: bold;"> </span> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style=""><span style="font-size:100%;"> </span><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes"> </span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUACT8A5XDdsfzmf0Ug1pNsOeM55On9V6FDiMTbngQJpkfJRNN9-7maUHMIEuwqkZbrOU2SldEqZXvKMuf8RZ7N2AliX3ph7Xfr5VZh0YkkR9W9PNsGbaf_bBb_gtNqWbrgCHpBXVR4onM/s1600/caridad-sdlr.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 259px; height: 358px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUACT8A5XDdsfzmf0Ug1pNsOeM55On9V6FDiMTbngQJpkfJRNN9-7maUHMIEuwqkZbrOU2SldEqZXvKMuf8RZ7N2AliX3ph7Xfr5VZh0YkkR9W9PNsGbaf_bBb_gtNqWbrgCHpBXVR4onM/s400/caridad-sdlr.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5614205344750052306" border="0" /></a><span style="font-size:85%;">Los caminos de Dios son insondables, el hombre, los surca…</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">Para quienes vivimos en estos predios que los estados Guárico y Aragua ven reverdecer fulgurosamente cuando el invierno abre sus venas de agua, el nombre de Nuestra Señora de La Misericordia y Caridad, es,</span><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">más que familiar, íntimo.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">La fe del creyente local tiene en su corazón espacio y en sus labios invocación para la llama mariana de esta advocación, que según crónicas nació a principios del siglo XVII en suelo venezolano, en la casa familiar del entonces Alcalde de la Santa Hermandad Don Luís Ximénez de Rojas, de origen español, quien veneraba en altar familiar una pequeña imagen al óleo sobre madera de la Virgen de La Caridad, seguramente traída de España, y quizá herencia de familia.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">La vivienda de Ximénez de Rojas se ubicaba en la sabana de El Chaparral de Suata (hoy San Juan de los Morros), espacio abarcado en jurisdicción por la ciudad madre o cantón del centro del país para entonces, San Sebastián de Los Reyes, fundada el 6 de enero de 1585 por el Capitán Sebastián Díaz de Alfaro, conquistador español</span><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">natural de Sanlúcar de Barrameda, que atravesando vicisitudes y seis mudanzas, logró su asiento definitivo en las márgenes del río Caramacate. </span><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">El 6 de enero del presente esta ciudad aragueña cumplió 409 años de fundada, y sus límites originales, imprecisos por cambios de asiento, a decir de historiadores y cronistas, abarcaban jurisdiccionalmente parte de los hoy estados Aragua, Guárico, Miranda, Carabobo, Cojedes, Portuguesa, y Apure.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">Un incendio destruye la casa de Ximénez de Rojas, y el portento de quedar incólume entre las cenizas la imagen devocional, convierte a la zona de El Chaparral en lugar de culto y peregrinaje, hasta que la fama del prodigio, y testimonio de fe de quienes solicitaron en su necesidad a La Virgen de La Caridad el auxilio divino, hace que el 22 de enero de 1692, la imagen fuera trasladada a la ciudad de San Sebastián por disposición del 1lmo. Sr. Obispo de la Diócesis de Caracas y Venezuela para entonces, Don Diego Baños y Sotomayor, para su mayor protección en la iglesia parroquial, y con miras a la construcción en la ciudad de un templo para su exclusivo culto, que quedó concluido a finales de 1731.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">Allí se entronizó entonces la imagen de la Virgen de La Caridad, para quedar como Patrona de la ciudad, que ya tenía a San Sebastián Mártir como Patrono desde su fundación, y posteriormente, para efectos de asegurar el mantenimiento del culto a la venerada imagen que desbordaba el afecto de feligreses y peregrinos desde su entronización, se fundó una hermandad que administrara bienes, e imprimiera responsabilidades, y que lleva por nombre desde el 4 de junio de 1792, de Cofradía de Nuestra Señora de La Caridad.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">Todo este periplo acontecido a la imagen, ha marcado profunda huella en los devotos sansebastianeros, pero no menor aun, en los originales…</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">En reciente paseo por los predios de El Chino, caserío aledaño a San Juan de los Morros, y al cual se accede desde esta población a la altura de la zona de La Puerta, del lado derecho de la carretera nacional hacia Villa de Cura, las demostraciones de fe a Nuestra Señora de La Caridad, me conmovieron profundamente, y sé que de igual modo a mi esposo Jeroh, nuestra hija Valeria, mi amiga sansebastianera Belén Cristina, su esposo Alejandro, y a sus tres pequeños hijos, con quienes compartíamos el paseo de un soleado día de aventuras entre petroglifos y puntos de referencia histórica, como la antigua casa del Presidente del Estado Aragua para los años cuarenta Aníbal Paradisi, hoy abandonada, aunque en buen estado de conservación, y sobre la que pesan leyendas locales. </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">Nuestra sorpresa al descubrir a cuatro horas de transitar por carretera de tierra y difícil acceso, que el amigo Alejandro sorteó felizmente, la presencia de pequeñas oquedades talladas en la dura roca que flanquea el camino, y que resguardaban en su seno imágenes de la Virgen de La Caridad, con pequeños exvotos, flores y cirios, sobrepasó nuestro asombro. Y es que entonces caí en cuenta de la vecindad del primitivo enclave del culto: cerca, muy cerca, están los predios de El Chaparral.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="mso-spacerun:yes;font-size:85%;"> </span><span style="font-size:85%;">Vecinos del lugar, gente de campo, que entrega a la tierra su esfuerzo diario, dan fe de que en el corral de ganado de una propiedad privada de la zona, están aún los vestigios de asiento de la que fuera otrora casa de Luís Ximénez de Rojas, propietario de la imagen, y por tanto, lugar de nacimiento del culto a Nuestra Señora de La Caridad, manifiestan además, que una pequeña capilla marca el sitio del portento.</span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "><span style="font-size: 85%; "> </span><span style="font-size: 85%; ">No pudimos llegar hasta allí pues lo avanzado de la hora, y una avería del vehículo, nos hicieron poner marcha de regreso a San Juan. Sin embargo, es ya promesa en mi interior retornar cuando sea posible, para ver con mis propios ojos lo referido, y placerme en la memoria de un colectivo marcado por una fe popular que los siglos no han mermado, y que por el contrario, como relicario de amor profundo se mantiene en el recuerdo, y se cultiva hacia una imagen, más allá de una puerta, un camino…</span></p>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-27100527387559214282011-03-25T17:19:00.012-04:302011-12-08T19:08:09.778-04:30WITTGENSTEIN: LO MÍSTICO*<span style="font-family: Verdana; font-size: 130%; "><span style="font-variant: small-caps; ">Sentimiento que aparece como consecuencia de mostrarse el mundo como un todo limitado. Sentimiento de la finitud que nos vincula con el mundo de la religión, los valores absolutos y Dios. </span></span> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "> <span class="Apple-style-span" ><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj92b8a34eDPnurNrEHbxWhLVXpzfQtqAW_ltUYDNeW5vIpdGad2U7RdrvNYKvmHm9mNwS8Qr43uiVl9rmZ9AEGNMQoRdsTRW3JyXOF4S7gw1c6Phnek4xq_2ICccP9LumEFlaLYGpaPeHU/s1600/wittgenstein-ludwig.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 191px; height: 144px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj92b8a34eDPnurNrEHbxWhLVXpzfQtqAW_ltUYDNeW5vIpdGad2U7RdrvNYKvmHm9mNwS8Qr43uiVl9rmZ9AEGNMQoRdsTRW3JyXOF4S7gw1c6Phnek4xq_2ICccP9LumEFlaLYGpaPeHU/s400/wittgenstein-ludwig.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5588139530373532258" border="0" /></a><span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD">Con este término nos referimos en castellano a ciertas experiencias en las que, supuestamente, Dios se nos hace presente, y presente de forma directa e inmediata. En la filosofía de Wittgenstein el concepto de lo místico no tiene este sentido de acontecimiento extraordinario; lo común al sentido Wittgensteiniano y al corriente es, en primer lugar, referirse a una experiencia que no se puede transmitir adecuadamente con palabras, y, en segundo lugar, referirse al mundo religioso; lo que le separa sería, en primer lugar, que no es la experiencia de Dios como tal, no es una experiencia en la que se nos muestre Dios en su aspecto propio (no es un ver a Dios), y, en segundo lugar, que es una experiencia frecuente, es una experiencia que muchas personas tienen. En su “Conferencia sobre ética” describe varias vivencias que nos relacionan con lo místico: </span></span></span></p> <blockquote> <ul><li> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 20px; margin-top: 10px; margin-bottom: 0pt;"> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD">“creo que la mejor forma de describirla es decir que cuando la tengo <i>me asombro ante la existencia del mundo</i>. Me siento entonces inclinado a usar frases tales como “Qué extraordinario que las cosas existan” o “Qué extraordinario que el mundo exista”;</span></span></p> </li><li> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 20px; margin-top: 10px; margin-bottom: 0pt;"> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD">“se trata de lo que podríamos llamar la vivencia de sentirse <i> absolutamente</i> seguro. Me refiero a aquel estado anímico en el que nos sentimos inclinados a decir: Estoy seguro, pase lo que pase, nada puede dañarme”.</span></span></p> </li></ul> </blockquote> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; "> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD"> “Cuando hablamos de Dios y de que lo ve todo, y cuando nos arrodillamos y le oramos, todos nuestros términos y acciones se asemejan a partes de una gran y compleja alegoría que le representa como un ser humano de enorme poder cuya gracia tratamos de ganarnos, etc., etc. Pero esta alegoría describe también la experiencia a la que acabo de aludir. Porque la primera de ellas es, según creo, exactamente aquello a lo que la gente se refiere cuando dice que Dios ha creado el mundo; y la experiencia de la absoluta seguridad ha sido descrita diciendo que nos sentimos seguros en las manos de Dios. Una tercera vivencia de este tipo es la sentirse culpable y queda también descrita por la frase: Dios condena nuestra conducta.”</span></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-top: 4pt; "> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD"> Su posición empirista le llevó a negar la posibilidad de un acceso intelectual, racional a dichas realidades; consideró que en el mundo están presentes sólo los hechos, por lo que concluyó que Dios no se revela en el mundo (“Tractatus”, 6.432) y que ningún conocimiento relativo al mundo puede darle un sentido a éste y a la vida. Wittgenstein dedica pocas y breves sentencias a este concepto, por lo que no es nada fácil aclarar su sentido; de cualquier modo, los escasos textos permiten las siguientes consideraciones:</span></span></p> <blockquote> <ul><li> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 20px; margin-top: 10px; margin-bottom: 0pt;"> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><i><span lang="ES-TRAD">lo místico se relaciona con la religión y con el sentido último del mundo: el objeto de lo místico es Dios y los valores éticos y estéticos absolutos</span></i><span lang="ES-TRAD">;</span></span></p> </li><li> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 20px; margin-top: 10px; margin-bottom: 0pt;"> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><i><span lang="ES-TRAD">la posición de Wittgenstein sobre esta cuestión no es la misma que la del positivismo lógico</span></i><span lang="ES-TRAD">, movimiento en el que se suele incluir al primer Wittgenstein: el neopositivismo fue contrario a la religión y a la metafísica, y por esta razón, cuando los filósofos incluidos en esta corriente leyeron el “Tractatus”, desatendieron las sentencias de esta obra en las que Wittgenstein presenta el concepto de lo místico y destacaron sus críticas a la filosofía. Pero cada vez está más claro que esta interpretación fue un malentendido –cuando no una lectura interesada–, pues no parece que Wittgenstein tuviese la intención de negar la religión o los objetos tradicionales de la metafísica (aunque sí, y nunca hay que olvidarlo, la posibilidad de construir un discurso con sentido de estos temas). En conversaciones particulares se declaró creyente (incluso pensó ingresar en la vida monástica), aunque no un creyente ordinario pues el concepto corriente de Dios y del alma no le convencían;</span></span></p> </li><li> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 20px; margin-top: 10px; margin-bottom: 0pt;"> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><i><span lang="ES-TRAD"> la experiencia mística no es una experiencia cognoscitiva sino un sentimiento:</span></i><span lang="ES-TRAD"> el objeto del sentimiento místico no se ofrece en el mundo, no es un hecho y sólo de los hechos cabe el conocimiento; sin embargo, hay otras formas de relacionarse con lo que hay, con lo existente, distinta a la relación cognoscitiva, y, aunque Wittgenstein en absoluto explica en qué consiste, sugiere que está del lado de los sentimientos: “Sentir el mundo como un todo limitado es lo místico” (“Tractatus”, 6.45); esta experiencia es inefable, no se puede decir, pues está más allá de los límites del lenguaje: “¿No es ésta la razón de que los hombres que han llegado a ver claro el sentido de la vida, después de mucho dudar, no sepan decir en qué consiste este sentido?” (“Tractatus”, 6.521); de ahí la recomendación última del Tractatus (7) “De lo que no se puede hablar, mejor es callarse”; </span></span></p> </li><li> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 20px; margin-top: 10px; margin-bottom: 0pt;"> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><i><span lang="ES-TRAD"> aunque lo místico no se puede demostrar ni describir con el lenguaje, existe y se muestra por sí mismo</span></i><span lang="ES-TRAD">: “Hay, ciertamente, lo inexpresable, lo que se muestra a sí mismo; esto es lo místico” (“Tractatus”, 6.522)</span></span></p> </li><li> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-left: 20px; margin-top: 10px; margin-bottom: 0pt;"> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD">la experiencia de lo místico no aparece por algún dato concreto del mundo que suscite nuestra extrañeza; en el mundo no hay otra cosa que hechos, y los problemas a los que éstos pueden dar lugar atañen sólo a cuestiones empíricas, por lo tanto a las ciencias<i>; lo místico aparece ante la contemplación del mundo como un todo</i>; aunque Wittgenstein, insistimos, no desarrolla esta idea, parece que se refiere a lo que otros autores han señalado: la gratuidad completa del mundo exige la existencia de un ser necesario, Dios: “No es lo místico <i>cómo</i> sea el mundo, sino <i>que</i> sea el mundo.” (“Tractatus”, 6.44). “Sentir el mundo como un todo limitado es lo místico.” ("Tractatus", 6.45). </span> </span></p> </li></ul> </blockquote> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-top: 1pt; "> <span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD"> Como muestra de su actitud ante lo “místico” cabe recordar también las siguientes afirmaciones de su “Diario filosófico”: “¿Qué sé sobre Dios y la finalidad de la vida? Sé que este mundo existe. Que estoy situado en él como mi ojo en su campo visual. Que hay en él algo problemático que llamamos su sentido. Que ese sentido no radica en él, sino fuera de él. Que la vida es el mundo. Que mi voluntad penetra el mundo. Que mi voluntad es buena o mala. Que bueno y malo dependen, por tanto, de algún modo del sentido de la vida. Que podemos llamar Dios al sentido de la vida, esto es, al sentido del mundo. Y conectar con ello la comparación de Dios con un padre. Pensar en el sentido de la vida es orar”. (“Diario filosófico”, 11.6. 16). “Creer en un Dios quiere decir comprender el sentido de la vida. Creer en un Dios quiere decir ver que con los hechos del mundo no basta. Creer en Dios quiere decir ver que la vida tiene un sentido.” (“Diario filosófico”, 8.7.16).<br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-top: 1pt; "><span style=";font-family:Verdana;font-size:100%;"><span lang="ES-TRAD">Texto tomado de http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiacontemporanea/Wittgenstein/Wittgenstein-LoMistico.htm</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify; margin-top: 1pt;"><span style=";font-family:Verdana;font-size:130%;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-size: 100%; ">Imagen tomada de http://vonneumannmachine.wordpress.com/page/27/?ref=spelling</span><br /></span></span></p>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-68249886896725455832010-04-19T11:41:00.001-04:302011-12-08T19:38:03.431-04:30¿El Cristo de la Historia?<div style="text-align: right; "><span style="font-size: 130%; "><span style="font-weight: bold; "><span>Daniel R Scott</span><br /><br /></span></span></div> <span class="Apple-style-span" ><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUnQtHIgBey6ijJj7H3Kll1xDT1Rs2itgzW0mo9ktixoLQtnO2Z7ZDVgIBaX_cx_Rh5J90I3Lf3YMGvJT8vqmUsvsMcJc1GG6wojjZG22Yk6aTbgvsNgtTQyiPQ2E7A9ZtZsSeH-JJAX00/s1600/37depos.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 237px; height: 351px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUnQtHIgBey6ijJj7H3Kll1xDT1Rs2itgzW0mo9ktixoLQtnO2Z7ZDVgIBaX_cx_Rh5J90I3Lf3YMGvJT8vqmUsvsMcJc1GG6wojjZG22Yk6aTbgvsNgtTQyiPQ2E7A9ZtZsSeH-JJAX00/s400/37depos.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5461884050383406434" border="0" /></a><span>Todavía está de moda la vieja costumbre de negar la existencia histórica de Jesús. Como dije esta tradición no es nueva: desde el siglo XVII no se ha hecho otra cosa que repetir como loros los mismos trillados argumentos. Sin embargo un estudio sincero y exhaustivo del tema nos lleva a la conclusión que no es tan sencillo descartar de plano lo que se ha venido a llamar "El Jesús de la Historia". A tal fin, nos limitaremos por ahora a estudiar brevemente las fuentes bibliográficas que nos dan razón de Jesús, a saber: los evangelios del Nuevo Testamento. Seremos breves.</span><br /><span>La cantidad de manuscritos y su cercanía al original son sorprendentes. El Nuevo Testamento se preserva en 5.686 manuscritos que van desde el siglo II hasta el siglo XV. La cantidad de copias manuscritas es tal que permitiría reconstruir el original con exactitud. Dice un Diccionario Arqueológico: "El intervalo entre la composición original y la evidencia existente más antigua llega a ser tan pequeña como para ser de hecho insignificante." Acota John Montgomery: "Ser escépticos en cuanto al texto resultante de los libros del Nuevo Testamento es permitir que toda la antigüedad clásica caiga en la oscuridad, porque ningún otro documento del periodo antiguo está tan bien atestiguado bibliográficamente como el Nuevo Testamento." Veamos algunos ejemplos para ilustrar la frase citada.</span><br /><span>La "Ilíada" de Homero fue redactada en el 800 antes de Cristo, pero la copia más antigua es del 400 después de Cristo. "Historia" de Herodoto fue redactado en el 400-420 antes de Cristo, pero la copia más antigua existente es del 900 después de Cristo. ¡Estamos hablando de 1350 años de intervalo! Y tan sólo existen 8 copias. El famoso "Comentario a la Guerra de las Galias." de Julio César fue compuesto entre el 100-44 antes de Cristo, pero la copia más antigua que se dispone es del 900 después de Cristo. ¡1000 años de intervalo!. Existen 7 obras de Sófocles, no obstante el manuscrito básico sobre el que se basan fue escrito 1400 años después de la muerte del poeta. Y nadie pone en duda la existencia del personaje.</span><br /><span>En cambio, cuando se trata del Nuevo Testamento contamos 114 fragmentos, 200 libros, 325 Nuevos Testamentos completos escritos entre el 50-100 después de Cristo. ¡Juzga por ti mismo lector! La evidencia bibliográfica avala satisfactoriamente la existencia de un personaje singular llamado Jesús! "La cantidad de manuscritos disponibles del Nuevo Testamento es abrumadoramente mayor que aquella para cualquier otra obra de la literatura antigua" (J. Harold Greenle) Fueron escritos mucho más cerca de la fecha del escrito original que en el caso de cualquier otra pieza de literatura antigua. A esta altura del artículo me entero de un hallazgo arqueológico consistente en un trozo de madera que grita su histórica antigüedad. Se trata de la inscripción que los verdugos colocaron sobre la cabeza de Cristo en la cruz: "Este es Jesús, Rey de los Judíos." Cuando se comparan estas palabras con la inscripción latina sobre una losa hallada en la antigua ciudad de Cesarea donde aparece el nombre de Pilatos, nos encontramos que el estilo literario de ambos es el mismo: el utilizado cuando Jesús y Pilatos eran contemporáneos, estilo que desapareció con los siglos e imposible de falsificar en la Edad Media. ¿Qué más prueba se quiere del Jesús histórico?</span><br /><span>Pero yo, en lo más intimo de mi ser, ¿qué creo? Pues a mi me interesa más el Cristo de la fe que el Cristo de la historia. ¿Que utilidad puede prestar un Cristo histórico en el cual no se cree? ¿Cuantos de sus contemporáneos no le rechazaron y negaron hasta llevarlo a la cruz? Aún hoy, en el siglo XXI, hay muchos que con gusto lo volverían a crucificar. Me quedo con el Cristo de la fe. Como dijo muy acertadamente el filántropo y teólogo liberal Albert Schwizer: "Pero la verdad es que el Jesús que tiene significado para nuestra época y tiene el poder para ayudarla, no es el Jesús conocido históricamente, sino el Jesús resucitado espiritualmente en los seres humanos. Lo que conquista al mundo no es el Jesús de la Historia, sino el espíritu que sale de él y crea una nueva influencia y gobierno en el espíritu de los hombres."</span><br /><span>16 Abril 2010</span></span>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-22296578033791025032009-12-01T08:03:00.001-04:302011-12-08T19:38:38.395-04:30Querida Hermana María Quiñones<div style="text-align: right; "><span style="font-size: 130%; "><span style="font-weight: bold; ">Daniel R. Scott<br /><br /></span></span></div> <div style="font-weight: bold; font-style: italic; "> </div> <p style="font-style: italic; " align="right"><span style="font-weight: bold;">"En el trabajo que se hace para Dios no hay pérdida" ( Maria Quiñones, 14 Noviembre 2009 )</span></p><p style="font-style: italic; " align="right"><span style="font-weight: bold;"><br /></span> </p><div> </div> <div><span class="Apple-style-span" ><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpN-WlnQOlyQFuodeJUU5qSJeb_dzKhBr6lqCI1kKGTazPAstyVSKQIMOKNBEDdhAnT34o_i00oOEqLSWkWagu2pcHXAMnixstoXLw78ad27Rn3x0T_HsDdmjSLzzFIkA7RGVCPHMOErhyphenhyphen/s1600/Angel.JPG" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 281px; height: 255px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpN-WlnQOlyQFuodeJUU5qSJeb_dzKhBr6lqCI1kKGTazPAstyVSKQIMOKNBEDdhAnT34o_i00oOEqLSWkWagu2pcHXAMnixstoXLw78ad27Rn3x0T_HsDdmjSLzzFIkA7RGVCPHMOErhyphenhyphen/s400/Angel.JPG" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5410246012765578946" border="0" /></a>El pasado 19 de los corrientes, a las 5:00 A.M., partió con el Señor la queridísima hermana Maria Quiñones, cristiana devota a la que todos profesamos un cariño entrañable. Los que tuvimos el privilegio de conocerle y compartir con ella momentos de solaz espiritual, nos quedó la convicción de que jamás la podremos olvidar y, que a partir de ahora, vamos a añorar aunque sea una sola palabra de ella, de las que solía decir con esa humildad y autoridad que solamente pueden provenir de Dios. Sin en embargo antes de irse nos dejó el ramo de rosas de una conducta que nos embellece el alma con su aroma.</span></div> <div>Si hubo una hermana que supo encarnar la inmortal frase bíblica: "Para mí vivir es Cristo." esa fue la hermana Maria. Cristo era su Señor, Salvador, la razón de su vida, una práctica, el resorte y la acción de su ser, un estado de conciencia y el principio rector de su existencia. Como dijo alguien, ella era "un santo donde Cristo vuelve a vivir." O como decia el adagio latino: "El cristiano es otro Cristo." Aun la veo en compañía de los hermanos Hilda y Pablito, visitando hospitales, orando por los enfermos, consolando al decaído, visitando hogares a los cuales se llegaba subiendo o bajando cerros escabrosos y empinados, para llevar a los pobres de espíritu el Evangelio de Jesucristo. "Es una anciana con un corazón y una vitalidad de mil jóvenes", pensaba yo admirado y conmovido, cuando la veía cruzar la peligrosa carretera del sector de "Las Palmas."</div> <div>La visité el lunes anterior a su partida. Estaba débil. Sin embargo tenía fuerzas para sostener una conversación clara y coherente conmigo. Cantamos un himno titulado "Cerca de Ti Señor", compartimos una porción de esa Palabra de Dios que ella tanto amó y luego nos despedimos elevando una oración a Dios.</div> <div>Su hija me acompañó hasta la puerta de la casa. Me comento entristecida que la hermana María veía ángeles a su alrededor. Me despedi y caminé rumbo a la parada, pensando en el asunto de los ángeles. "Pero la hermana mantiene su lucidez" meditaba. Una vez que abordé el autobús, abri al azar un libro que había comprado horas antes, y lo primero que encontré fue el sermón numero 11, titulado: "Los ángeles de Dios." Mi sorpresa fue grande, mayor aún cuando lei: "Los ángeles pueden llevarnos a la Presencia de Dios en la muerte." Y a continuación dieron un ejemplo basado en la Biblia. Confieso que en ese momento me senti situado en la frontera de lo visible e invisible, de lo natural y lo sobrenatural. Lo que ven nuestros ojos físicos no es todo lo que existe. Ciertamente ángeles custodiaban a mi hermana en la espera de llevarla a su morada eterna.</div> <div>Tres días más tarde, apenas despuntando el alba, María partió con el Señor. Llegué al hospital amaneciendo. Pregunté por ella y estuve a su lado largo tiempo. Su rostro sereno daba la impresión de estar dormido, tanto que cualquier ruido parecía poderla despertar. Sus mejillas se conservaban tibias. Su cabello, de un blanco y plateado purísimos, parecía celestial. La hermana fue sepultada con la bata de mangas largas que usó cuando bajó a las aguas, el día de su bautismo. La conservó para esta ocasión. Hasta en ese detalle su vivir "era Cristo."</div> <div>María Quiñones está en el Cielo, el lugar más perfecto y hermoso que se pueda concebir. Un lugar literal. Dice Billy Graham: "En el cielo estaremos con Dios. El Cielo es muchas cosas, pero esta es la más importante: ES LA MORADA DE DIOS. ¡Es el lugar donde Dios vive! El Cielo es una dimensión totalmente distinta de la existencia."</div> <div>Del Cielo se dice: "Estaremos siempre con el Señor." ( 1 Tesalonicenses 4.17 )</div> <div>Siempre y cuando Jesucristo sea el Señor de tu vida aqui en la tierra.</div> <div><span>26 Noviembre 2009</span><br /><br /><span style="font-weight: bold; font-style: italic; ">Imagen tomada de http://versaliaii.blogspot.com/2008/03/porque-siempre-esperan-el-ngel.html</span><br /></div>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-63475552997009584402008-12-30T06:58:00.000-04:302008-12-30T07:06:14.956-04:30Borges y el misterio de Swedenborg*<span style="font-weight: bold;">Entrevista de Christian Wildner (*) con Jorge Luis Borges sobre el científico y visionario sueco</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX0oFynoPOgUzptxFR4sm1G2N_Js3lU1fo8WxTZrIsQH1nhmqFJ2JaAg4w3x_k3DgNXtu25-3hYAjXUsqB16kcONTsix_i-Tm68DlSmGeUbFyqHCgu5Dt77-Mz_NJSYLTbj1bMlwMANYFC/s1600-h/jorge_luis_borges.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 267px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjX0oFynoPOgUzptxFR4sm1G2N_Js3lU1fo8WxTZrIsQH1nhmqFJ2JaAg4w3x_k3DgNXtu25-3hYAjXUsqB16kcONTsix_i-Tm68DlSmGeUbFyqHCgu5Dt77-Mz_NJSYLTbj1bMlwMANYFC/s400/jorge_luis_borges.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5285544839500805042" border="0" /></a>A continuación una entrevista realizada por Christian Wildner en 1984 a Jorge Luis Borges sobre el místico sueco que pretendió difundir un conocimiento exhaustivo de las jerarquías angélicas de los cielos y las presencias demoníacas del Infierno. Emanuel Swedenborg (Estocolmo, 1688-Londres, 1772) brilló, en la primera etapa de su vida, en el terreno de las ciencias. La última etapa de su obra explora el mundo de lo invisible con rigurosa precisión científica. Para profundizar en la vida y obra de Swedenborg recomendamos una conferencia borgeana de la que damos precisiones al final de estas breves palabras preliminares.<br /><br />La entrevista con Borges que aquí se presenta en torno al extraordinario sueco integra el prólogo de la edición castellana de una obra esencial de Emanuel Swedenborg: El Cielo y sus Maravillas y el Infierno, editado por editorial Kier en Buenos Aires, en 1991. Christian Wildner es también autor de la traducción de la mencionada obra, que posee el mérito adicional de ser la primera traducción completa en castellano. El título original de la obra es De Caelo et Ejus Mirabilibus et de Inferno que fue publicada por primera vez en Londres, en 1758, en latín. Luego, hubo una versión inglesa: Heaven and its Wonders and Hell, traducido por John C. Ager, que fue publicada por la Swedenborg Foundation en 1963. Esta entrevista con Jorges Luis Borges a propósito de la metafísica exploración de Swedenborg del cielo y el infierno puede ser ampliada mediante otros momentos de la obra borgiana. Estos son:<br /><br />1) Dentro de la obra Prólogos con un Prólogo de Prólogos podrán hallar un prólogo borgeano a los Mystical works de Swedenborg.<br /><br />Fuente: Prólogo a Emanuel Swedenborg en Prólogo con un Prólogo de Prólogos (1975) en Jorge Luis Borges, Obras completas, IV, Buenos Aires, Emecé, 1996. pp. 142-150.<br /><br />2) El 16 de junio de 1978 Borges le dedica una notable conferencia en torno a la vida y obra de Emanuel Swedenborg donde manifiesta que acaso el visionario sueco fue la personalidad más extraordinaria de la historia.<br />Fuente: Conferencia sobre Emanuel Swedenborg, en Borges oral (1979) en Jorge Luis Borges, Obras completas, IV, Buenos Aires, Emecé, 1996, pp.180-197.<br /><br />También es de destacar el ensayo que a Swedenborg le dedica Ralph Waldo Emerson, el gran ensayista norteamericano, en su trascendente obra Hombres representativos.<br /><br />Fuente: Ralph Walso Emerson, “Swedenborg o el místico”, en Hombres representativos, Buenos Aires, Losada, 1991, pp.66-101.<br /><br />Y tampoco olvidemos la novela de Honorato de Balzac inspirada en el místico sueco: Serafita. En lengua castellana, de esta obra existe una versión de Editorial Iberia S.A, con traducción del francés de Eduardo Pons Prades.<br /><br />E.I<br /><br />(*) Pedimos disculpas al Sr. Christian Wildner por la involuntaria no consignación anterior de su autoría de la entrevista y prólogo de la traducción completa por él mismo realizada de Emanuel Swedenborg, El Cielo y sus Maravillas y el Infierno, Buenos Aires, 1991, Editorial Kier. Esta traducción de la obra del místico sueco es la primera traducción completa en lengua castellana. Como ya se consignó, la entrevista es del año 1984 y la publicación de la traducción de 1991.<br /><br /><span style="font-weight: bold;">E.I</span> <span style="font-weight: bold;">BORGES Y EL MISTERIO DE SWEDENBORG</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqo8gxFvIueHHTcbeRcXB-fZpAbXdPlSdV0wh1BXyN09uQiJ0KqDlVFSkw3CLX6toSFcyNawiUSRatwIz9wwohNaz2Dd9uWuSy14parMrieDsvvHAsgWbtzGsd2JduJSqwlDOWBgKUMJlM/s1600-h/swedenborg.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 276px; height: 360px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqo8gxFvIueHHTcbeRcXB-fZpAbXdPlSdV0wh1BXyN09uQiJ0KqDlVFSkw3CLX6toSFcyNawiUSRatwIz9wwohNaz2Dd9uWuSy14parMrieDsvvHAsgWbtzGsd2JduJSqwlDOWBgKUMJlM/s400/swedenborg.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5285544717207653938" border="0" /></a>“Voltaire dijo que el hombre más extraordinario que registra la historia fue Carlos XII. Yo diría: quizá el hombre más extraordinario -si es que admitimos esos superlativos- fue el más misterioso de los súbditos de Carlos XII, Emanuel Swedenborg”.<br /><br />Éstas son las palabras inaugurales de Borges en la conferencia que pronunciara en la Universidad de Belgrano sobre el místico sueco.<br /><br />Por la misma época en que leía la versión escrita de esa conferencia, llegaba casualmente a mis manos una novela de Balzac, una novela mística, inspirada justamente en Swedenborg: Serafita. Algún tiempo después, volví a encontrar su nombre, en una vieja colección de ensayos de Paul Valery.<br /><br />Habiendo agotado mis esfuerzos por hallar textos de Swedenborg en español, finalmente, y también de manera casual, di con una biografíasuya en inglés en la librería Strand de New York. Después de leerla, volví a la Strand, buscando ahora libros escritos por Swedenborg. No hallé ninguno. Por suerte un librero me informó que existía una Fundación Cultural que llevaba su nombre. Y que esa Fundación se dedicaba casi exclusivamente a la publicación de sus obras.<br /><br />Ahora podía elegir. Y obedeciendo a mi natural disposición, comencé a leer sus escritos teológicos y místicos. Quedé maravillado. Durante casi tres años, alternaba toda otra lectura, con su prosa sosegada, coloquial y minuciosa. Pude leer su Arcana Coelestia, donde expone lo que él llama el sentido interno o espiritual de los dos primeros Libros de la Biblia; su cosmogónica doctrina de las correspondencias; sus travesías por el mundo espiritual; y sus habituales diálogos con los espíritus, los demonios y los ángeles.<br /><br />Y toda esta íntima aventura del espíritu, es protagonizada por un hombre que al llegar a los cincuenta años era considerado como uno de los científicos más eminentes de su tiempo. Desde entonces, desde que descubrí el fabuloso mundo de Swedenborg, me propuse acercarme a Borges, para agradecerle el hallazgo, y para conversar con él (para oírlo hablar a él) sobre el tema.<br /><br />Cuando llegamos a la casa de Borges -nos había citado a las cinco de la tarde- interrumpimos una suerte de ceremonia todavía habitual entre ciertas familias; la ceremonia del té. En mangas de camisa, una impecable camisa blanca; erguido, Borges no se inclinaba para aproximarse a la taza: la elevaba hacia él, por así decirlo, como si se tratara de algún instrumento ritual. Apenas notó nuestra presencia; sin apresurarse, volvió a dejarla sobre la mesa con el mismo ademán mesurado y casi solemne. Entonces se puso de pie; y ahora sí, inclinó levemente la cabeza dándonos la bienvenida.<br /><br />Al mismo tiempo que nos hacía pasar a la sala con expresiones de auténtica y espontánea cortesía, volvió a tomar asiento luego de excusarse. En seguida, acompañado por la doméstica, salió de la sala. La desenvoltura, la natural simpatía, y la afabilidad de su trato, neutralizaron de entrada esa fastidiosa sensación opresiva de los prolegómenos. Cuando regresó, lucía un regio traje de color pardo claro, se había puesto una corbata de un tono algo más oscuro, y empuñaba su emblemático bastón. Ahora nos recibía como anfitrión, con todas las de la ley; había cambiado su atuendo para cumplir con otra ceremonia, la ceremonia de la hospitalidad.<br /><br />Se sentó en el amplio sillón de la sala, enfrente al mío, e inmediatamente recordó el tema que habíamos hablado un año atrás en el salón de lectura de la New York Library. Era el mismo que evocaríamos ahora, aquí en Buenos Aires, en su departamento de la calle Maipú; un tema recóndito y fascinante: Emanuel Swedenborg. Y Borges no aguardó la primera pregunta, era evidente que se trataba de una de sus ocupaciones predilectas: El Misterio.<br /><br />-”Yo escribí un prólogo a un libro sobre Swedenborg a instancias del Sr. Spiers, de la Fundación Swedenborg. Y tengo en proyecto (claro que a mi edad los proyectos son un tanto aleatorios) un libro sobre las tres salvaciones; la primera es la de Cristo, que es de carácter ético; la segunda es la de Swedenborg, que es ética e intelectual; y la tercera es la de Blake, discípulo rebelde de Swedenborg, que es ética, intelectual y estética, que se basa en las parábolas de Cristo, que él dice que son obras de arte”.<br /><br />-Usted ya me había comentado cuando lo vi en Nueva York que pensaba escribir un libro sobre Swedenborg…<br /><br />-”Sí, pero ahora he pensado, que es mejor hacerlo de ese modo. Comenzando con Jesús, luego Swedenborg y luego Blake. Sería más fácil hacerlo así, ya que no se necesitarían tantos textos. Tengo la edición de Everyman’s Library (cuatro volúmenes), un par de biografías, un libro por un especialista escrito en sueco y vertido al inglés … ¿Usted quería hacerme una pregunta?”<br /><br />-Si. En primer lugar, me gustaría saber de qué manera conoció usted a Swedenborg.<br /><br />-”Lo conocí por Emerson. Porque Emerson tiene un libro: “Representative Men”. Ese libro está escrito un poco a la manera de ‘On Heroes Heroworship and the Heroic In History’, de Carlyle, que fue de algún modo su maestro; entonces, él toma distintos tipos humanos. Recuerdo que son: Montaigne o el escéptico, Swedenborg o el místico, Shakespeare o el poeta, Napoleón o el hombre del mundo y Goethe o el escritor.<br /><br />Yo comencé leyendo ese libro. Ese libro lo leí en Ginebra en el año 14 o 15; y luego, mi padre tenía un ejemplar de ‘Heaven and HeIl’, Caelo et Inferno’; él lo tenía en una edición de la Everyman’s Library. Bien, yo leí ese libro y encargué a Inglaterra los otros tres publicados por la misma editorial. Publicaron cuatro libros de Swedenborg de acuerdo con la Sociedad Swedenborg de Londres. Y luego en francés conozco solamente una versión de Caelo et lnferno’. Swedenborg fue a Inglaterra porque quería conocer a Newton, y finalmente no pudo lograrlo, qué raro, eh?<br /><br />Yo he hablado mucho sobre Swedenborg con el pintor y místico argentino Xul Solar, yo era muy amigo de Xul, iba a casa de él en la calle Laprida 1214, y leíamos a Swedenborg, leíamos a Blake, leíamos a los poetas alemanes, leíamos al poeta inglés Swinburne y muchos otros textos”.<br /><br />-¿Qué impresión le dio la manera en que escribe Swedenborg?<br /><br />-”Bueno. Generalmente, los místicos, tienden a escribir de un modo vago; él no. La obra de él es…, yo no diré prosaica, pero sí precisa. Es un poco…, como si él hubiera ido a la China, o hubiera ido a la India y describiera lo que ha visto.”<br /><br />-Como un científico…<br /><br />-”Sí, claro. El llevó esa… casi aridez, esa sequedad, esa precisión, a sus descripciones. Generalmente cuando se habla de éxtasis, se usan metáforas del amor, o metáforas del vino, metáforas arrebatadas. Pero en el caso de él no. Él no busca efectos patéticos. Él describe lo que ha visto. En relación a esto recuerdo algo que me dijo Xul: ‘Lo que se ve en el otro mundo depende un poco de uno’. Hay un poema muy lindo de Victor Hugo que expresa muy bien esta imagen: ‘Ce que dit la Bouche d’ombre’, “Lo que dice la Boca de sombra”; el mismo espectro que le dice a Nerón ‘Soy Mesalina’, le dice a Caín ’soy Abel’.<br /><br />Del mismo modo, las visiones de los místicos musulmanes, de los sufíes, no concuerdan con las de los cristianos. Quiere decir que hay como fuerzas o espíritus que cada uno ve de acuerdo con sus prejuicios o<br />conocimientos. Posiblemente esos mismos ángeles, ese mismo Cristo, que él vio de ese modo, fue visto por místicos de otra tradición de otro modo.”<br /><br />-Usted decía hace un momento que Swedenborg viajó a Londres para conocer a Newton y que le parecía raro que no hubiera logrado hacerlo. Sin embargo en esa misma ciudad, tuvo lugar su encuentro con Cristo.<br /><br />-”Sí. Sé que el primer encuentro con Cristo fue en Londres, y los otros también. El estuvo además en Alemania, Holanda, los Países Bajos, pero finalmente se estableció en Londres. Tal vez el hecho de que fijara su residencia en Londres está relacionado con esa experiencia. A partir de ese momento su vida cambió totalmente. Abandonó el estudio de la ciencia; por ejemplo: la anatomía, la astronomía, las matemáticas, y se dedicó a registrar minuciosamente ese mundo espiritual. El diálogo con los ángeles empezó a ser un hecho cotidiano para él”.<br /><br />-En el prólogo al libro de Synnestvedt sobre Swedenborg, usted afirma que hay algo incómodo en su obra; que usted piensa que él es un pensador por derecho propio, y que tal vez trató de enmarcar, o acomodar su<br />pensamiento al texto de la Biblia.<br /><br />-“Yo no sé si en el caso de él, pienso que es así en el caso de la cábala. En el caso de él creo que no. Además, el padre de él era obispo, obispo evangélico, luterano. El tiene que haberse criado en un ambiente muy piadoso. Yo no creo que eso le haya costado ningún esfuerzo a él. Digo, que él pensaba naturalmente en el espíritu de la Biblia. Bueno…, mi abuela, sabía de memoria la Biblia, en su familia eran metodistas. Usted hacía una cita bíblica, y ella decía, ’sí’, por ejemplo: ‘Libro de los Reyes, capítulo tal, versículo tal: y seguía adelante, o ‘Libro de Job, capítulo tal versículo tal…’ Me parece que no es tan raro eso. En Alemania hay una expresión que traducida, sería: firme en la Biblia”, son las personas que saben la Biblia de memoria.”<br /><br />-Una pregunta en relación al tema, pero vinculada más directamente con usted. ¿Alguna vez desde su infancia hasta hoy, usted percibió, sintió o intuyó la presencia del mundo angélico o trascendente?<br />-”No sé si llamarlo angélico o trascendente. Pero sé que… bueno… Yo dos veces en mi vida he sentido el hecho de vivir fuera del tiempo. Eso me ha ocurrido.., una vez fue en Palermo, y otra vez fue en uno de los puentes detrás de la estación de Constitución. Y esas dos veces, me habían sucedido cosas, bueno, que me habían conmocionado durante el día.<br /><br />No sé… Una mujer me había dejado… Y de golpe estaba pensando en eso, y de pronto me vi así, en tercera persona, y sentí: ‘qué puede importarme lo que le pasa a Borges, si yo soy Otra cosa; lo que me ha pasado es meramente circunstancial.’ Ahora, yo no sé cuánto ‘tiempo’ duró ese estado; pero yo me sentí, no sé si feliz, pero como… bueno, como sereno, como arrebatado así de todo. Y he tratado de decirlo, una vez en un poema y otra vez en prosa, pero no sé si he logrado comunicar esa sensación.<br /><br />Cuando estuve en Japón tuve ocasión de conversar con un monje budista, y él me dijo que había alcanzado el nirvana. Yo le dije “¿Y aseguro que usted no podrá contármelo?”. -’No’- respondió, claro;<br />porque cada palabra presupone una experiencia compartida, por ejemplo; si usted está en Estados Unidos, y habla con alguien y le dice ‘tal cosa tenía gusto a mate’, el interlocutor no tiene porqué entenderlo si no conoce el gusto del mate…<br /><br />Entonces, el monje, me dijo que su experiencia del nirvana era incomunicable; que él podía hablar sobre el nirvana con otro monje que también lo había alcanzado. Que él no sabia cuánto tiempo había durado, pero que después todo era distinto para él. Le pregunté -’Distinto ¿en qué sentido?, ¿usted siente todo igual que antes?’-'Sí’- me contestó, ‘entiendo perfectamente lo que usted quiere saber’. ‘Yo siento soledad, siento ansiedad, siento alegría, siento dolores físicos, siento placeres físicos siento los sabores de las cosas; pero todo eso de un modo distinto después de alcanzar el nirvana’. -¿Y de ese modo es mejor?’ -’Si’- me dijo, -pero yo no lo puedo explicar’. Y me di cuenta que tenía razón, que era algo inexpresable. Esto fue en Nara. En un monasterio budista…”<br /><br />Un famoso irlandés -que imaginó con riguroso fervor la tercera forma de salvación postulada por Borges, la salvación por la belleza-, en otra conferencia, esta vez en la Universita Popolare Triestina, exaltó, al igual que Borges, la filiación espiritual del iracundo poeta inglés William Blake con el visionario sueco. Dice James Joyce:<br /><br />“…Swedenborg, que frecuentó todos los mundos invisibles durante largos años, ve en la imagen del hombre el mismísimo cielo, y a Miguel, Rafael, y Gabriel, que según él, no son tres ángeles, sino tres coros angélicos. La eternidad, que al discípulo amado y a San Agustín se les apareció bajo la forma de ciudad celestial, y al Alighieri como rosa celestial, revestía para el místico sueco las formas de hombre celestial, con todos sus miembros animados por un fluido de vida angélica que sale y vuelve a entrar, en sístole y diástole de amor y sabiduría.<br />A partir de esta visión desarrolló el inmenso sistema de lo que él denominaba correspondencias, y que domina su obra maestra Arcana Coelestia, nuevo evangelio que, según él, anuncia la aparición del Hijo del Hombre en los cielos, prevista por San Mateo”. (*)<br /><br />(*) Fuente: Entrevista realizada por Christian Wildner con Jorge Luis Borges en prólogo a la traducción por él mismo realizada de Emanuel Swedenborg, El Cielo y sus Maravillas y el Infierno, Buenos Aires, 1991, Editorial Kier, pp. 15-19. Esta traducción de la mencionada obra de Swedenborg es la primera en lengua castellana.<br /><br />Fuente: http://sololiteratura.com/bor/borelcieloyelinf.htm<br /><br />*Tomado de: http://nosce.wordpress.com/2007/05/31/borges-y-el-misterio-de-swedenborg/historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-44785260873259037872008-08-10T17:16:00.000-04:302008-08-10T17:35:56.394-04:30El Dios insustancial del hombre sabio<div align="right"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6911QZ0DjDug5ybyhyypCVXUsCCzNgdqi0fcLMjhXLHj-PToPNg_b9IH52A4qVJZp4svRt97t8Pe3Y_Bv4lh7a78cByMGUQwQzi3P3KitZfBh4BrdKqtdP54pb142oSf0wo5qLA-o3UTr/s1600-h/image001.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5233013139791132610" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" height="320" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6911QZ0DjDug5ybyhyypCVXUsCCzNgdqi0fcLMjhXLHj-PToPNg_b9IH52A4qVJZp4svRt97t8Pe3Y_Bv4lh7a78cByMGUQwQzi3P3KitZfBh4BrdKqtdP54pb142oSf0wo5qLA-o3UTr/s400/image001.jpg" width="219" border="0" /></a> <strong><span style="font-size:130%;">Daniel R Scott*</span></strong>
<br /></div>
<br /><div align="right"><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong></div>
<br />Una lectura fallida de un libro de Fernando Savater titulado "La Vida Eterna", un ensayo que pretende ser, según lo que se lee en la contraportada, una explicación lúcida y racional del "creer, en qué creemos o no creemos". Pero ya de entrada y sin preámbulos el autor se conceptúa como un "modesto ateo" que a la altura de la página 10 declara la inutilidad de Dios. El afamado autor del Best Sellers "Ética para Amador" (libro hermoso que me obsequió en el año 2001 mi sobrina María Eugenia, para ese entonces estudiante de Filosofía de la UCV) nos dice, entre sabio y sorprendido: "¿Cómo puede ser que alguien crea de veras en Dios, en el más allá, en todo el circo de lo sobrenatural? Me refiero naturalmente a personas inteligentes, sinceras, de cuya capacidad y coraje mental no tengo derecho a dudar". Y así continua por ese tenor, de un capítulo a otro. A Savater le sorprende de veras ese "respeto reverencial que continúa siendo la actitud mayoritaria de los incrédulos respecto a las creencias religiosas" y cita como ejemplo a un líder socialista que reconoció en un debate sobre el laicismo que "desdichadamente" él no tenía fe. Desde su plataforma de Catedrático de Filosofía en la Universidad Complutense, Savater no puede o no quiere entender que el incrédulo sea capas de vislumbrar y apreciar ese ingrediente que orienta y la da sentido al hombre que profesa una fe cualquiera. Dejé a Savater y abrí la Biblia (una traducción por "equivalencia dinámica" hecha en un castellano estándar) y leí el salmo 42: "Como ciervo sediento en busca de un río, así, Dios mío, te busco a ti. Tengo sed de Dios, del Dios de la vida".
<br />En plena postmodernidad, ya uno se siente intelectualmente hastiado de abordar (ya sea para afirmar o negar) estos temas desde un punto de vista filosófico o científico. Eso cansa, no alimenta, nos tiene famélicos, no vigoriza al ser. Ya en el pasado un Tomás de Aquino lo hizo con sus "Sumas Teológicas" que, según me dijo un ex seminarista amigo mío en una amena madrugada de tragos, eran como las actuales encíclicas papales. Se sabe que en ellas Tomás de Aquino emprendió la titánica y neurotizante hazaña de "cristianizar" a Aristóteles o, dicho de otro modo, poner el pensamiento Aristotélico al servicio de la fe. Un ejemplo de ello son las famosas "Cinco Vías" con las cuales pretendía probar la existencia de Dios: Aristóteles por donde se le pinche. Argumentos fútiles porque "a Dios hay que buscarlo en lo interior del hombre, no por los caminos exteriores que conducen a la materia cósmica y en ella terminan" (Ignacio Burk) Finalmente Tomás de Aquino lo entendió: Antes de morir tuvo una visión de la que nunca quiso hablar y dejó de filosofar. Le decía a la gente: "Cuanto he escrito no vale nada; en comparación con lo que he visto es paja seca al voleo".
<br />En lo personal yo no quiero racionalizar ni a la fe ni a la religión ni a Dios, no por temor de hallar tales cosas falsas, sino por considerarlo la peor de todas las tonterías que se puedan emprender en la vida. Quien lo hace que lo siga haciendo, pero yo ya no. En el pasado lo hice pero ya dejé de hacerlo. Creo que Dios es una incógnita que debe vivirse sin caer en la tentación de explicarla al mundo con las técnicas de lo racional. Vivencia inexplicable. Cosa que se vive mas no se explica. Una caricia de una Madre Teresa de Calcuta explica a Dios mejor que mil argumentos de la Ciencia y la Filosofía porque, a semejanza de Dios, una caricia llega al corazón. En tal sentido prefiero a un Blaise Pascal cuando dijo, místicamente iluminado: "Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no el Dios de los filósofos y sabios". Martín Buber, en su obra "El eclipse de Dios" comenta la frase de Pascal en estos términos: "Subyugado por la fe, ya no sabe qué hacer con el Dios de los filósofos, es decir, con un Dios que ocupa un lugar definido en un sistema de pensamiento, puesto que lo trasciende precisamente porque es Dios".
<br />Por eso, con la simplicidad de un niño de pecho, prefiero estar al lado de Dios viendo como engendra al Cosmos a través de cada acto creativo-evolutivo, o salir con Abraham de Ur de Caldea rumbo a lo desconocido, o mirar como la zarza arde sin consumirse, o escuchar los sermones de Jesús, o leer esas cartas de Pablo como recién salidas de la pluma y el tintero.
<br />Ir más allá de eso nos impide disfrutar la cosa.
<br />3 de Julio de 2008
<br /></span></strong><em><strong>*Escritor venezolano.</strong></em> historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-51377958024618117882008-07-15T08:39:00.000-04:302010-04-19T11:57:49.088-04:30Carlo María Martini<div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiADtl6EnR_i47XK9qhETBCVaSBrJPAkq2QUMQ7bS1igsjF_gTyF-ToWNo_hNK_7pBJUSYPcTts8wgYmLQQ6Q3CeHYFi-XN_Aebt_-VbqOvmi6aKsGrsX49OUu6Q8lXZAFP4CvJrE2F227E/s1600-h/060421_martini_vlg_1p.widec"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5223228815644974802" style="float: left; margin: 0px 10px 10px 0px;" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiADtl6EnR_i47XK9qhETBCVaSBrJPAkq2QUMQ7bS1igsjF_gTyF-ToWNo_hNK_7pBJUSYPcTts8wgYmLQQ6Q3CeHYFi-XN_Aebt_-VbqOvmi6aKsGrsX49OUu6Q8lXZAFP4CvJrE2F227E/s400/060421_martini_vlg_1p.widec" border="0" /></a>Carlo María Martini , Cardenal de la Iglesia Católica, nació en el suburbio turinés de Orbassano el <a title="15 de febrero" href="http://es.wikipedia.org/wiki/15_de_febrero">15 de febrero</a> de <a title="1927" href="http://es.wikipedia.org/wiki/1927">1927</a> en el seno de una familia burguesa, hijo de padre ingeniero.<br /><a name="Estudios_religiosos"></a>Estudios religiosos<br />Ingresó a la <a title="Compañía de Jesús" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Compa%C3%83%C2%B1%C3%83%C2%ADa_de_Jes%C3%83%C2%BAs">Compañía de Jesús</a><a title="http://www.sjweb.info/" href="http://www.sjweb.info/">[1]</a>(jesuitas) el 25 de septiembre de 1944, a los 17 años de edad. Hizo el noviciado en <a title="Cuneo" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Cuneo">Cuneo</a>; estudió en la Facultad de Filosofía Aloisianum, Gallarate, Milán; en la Facultad Teológica de Chieri, en <a title="Turín" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tur%C3%83%C2%ADn">Turín</a>; en la <a title="Pontificia Universidad Gregoriana" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Pontificia_Universidad_Gregoriana">Pontificia Universidad Gregoriana</a><a title="http://www.unigre.it/" href="http://www.unigre.it/">[2]</a> de Roma (en 1958 recibió el doctorado en teología fundamental con la tesis: "Il problema storico della Risurrezione negli studi recenti"); y en el <a title="Pontificio Instituto Bíblico" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Pontificio_Instituto_B%C3%83%C2%ADblico">Pontificio Instituto Bíblico</a>, Roma, donde obtuvo otro doctorado con una tesis sobre "El problema de la recensionalidad del códice B a la luz del papiro Bodmer XIV".<br />Martini fue ordenado sacerdote en 1952 y comenzó una carrera fulgurante, tanto en el ámbito académico como en el eclesiástico. Es un auténtico experto en la crítica textual del <a title="Nuevo Testamento" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Nuevo_Testamento">Nuevo Testamento</a> (el estudio de los papiros y códices que contienen el texto griego de los Evangelios). Tiene varios doctorados y domina seis idiomas, además del latín, del griego y del hebreo.<br />En 1979 el Papa lo designó arzobispo de <a title="Milán" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Mil%C3%83%C2%A1n">Milán</a>. Desde su diócesis, Martini se ha convertido en el cardenal más respetado de la <a title="Iglesia" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Iglesia">Iglesia</a>[<a title="Wikipedia:Verificabilidad" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Verificabilidad">cita requerida</a>]. Ha escrito más de 50 libros, muchos de ellos best-sellers, como el que escribió con el semiólogo <a title="Umberto Eco" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Umberto_Eco">Umberto Eco</a>.<br /><a name="Sus_pensamientos"></a>Sus pensamientos<br />Temido y acosado por los conservadores de dentro y de fuera de la Curia, está acusado de ser demasiado <a title="Liberal" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Liberal">liberal</a>. Por eso, muchos católicos, sobre todo los del ala más progresista, tenían puesta su confianza en él por haber sido uno de los papables con más posibilidades. Sin embargo, de momento estas esperanzas de reforma se han desvanecido con la elección de Joseph Ratzinger (<a title="Benedicto XVI" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Benedicto_XVI">Benedicto XVI</a>). En junio de 2008 declaró en una entrevista que conocía a varias parejas <a title="Homosexuales" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Homosexuales">homosexuales</a>, "algunos de ellos hombres muy sociales" y añadió: "jamás se me ocurriría condenarlos".<br />Se trata, además, del único cardenal que vive en <a title="Jerusalén" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Jerusal%C3%83%C2%A9n">Jerusalén</a>, a la que define como «la ciudad más cargada de memoria religiosa de todo el mundo, la ciudad donde murió Jesús para la salvación del mundo y donde se venera su sepulcro vacío y se hace memoria de su resurrección». EL 15 de febrero de 2007 cumplió 80 años, con lo cual queda sobrepasada la edad límite de 80 años para participar en el cónclave papal.<br /><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Carlo_Maria_Martini">http://es.wikipedia.org/wiki/Carlo_Maria_Martini</a> </div><br /><div></div><br /><div align="center"><br /><strong>EL ANTI-RATZINGER</strong><br /><strong><span style="font-size:180%;">El cardenal que se atreve a pensar</span></strong></div><div style="text-align: justify;"><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">El cardenal Carlo Maria Martini es visto en amplios sectores como la última gran voz progresista de la Iglesia, la contrafigura de Joseph Ratzinger, su rival en la elección papal. A sus 81 años, retirado, enfermo de párkinson, sigue dando guerra. Su último libro ha levantado ampollas en el Vaticano</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">LOLA GALÁN</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">En: </span><a style="font-weight: normal;" href="http://www.elpais.com/">http://www.elpais.com/</a><span style="font-weight: normal;"> / Madrid: 13 de julio de 2007.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">A un libro como el suyo, Martini no le hubiera aplicado su expeditivo método de lectura. Apenas una ojeada a la portada, a la introducción y al índice, en busca de la esencia. "El cardenal ha dicho siempre que cada libro tiene una sola idea. Él la encontraba enseguida". Lo cuenta Gregorio Valerio, un hombre alto y macizo que fue secretario personal de Carlo Maria Martini en sus últimos años como arzobispo de Milán. Valerio guarda en el despacho de su casa parroquial, en una barriada milanesa modesta, montones de libros, recuerdos variados y discos de música clásica regalados por su eminencia.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">El cardenal Martini conserva la capacidad de escandalizar, de remover las aguas estancadas</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">?Amar la adversidad por amor a la verdad? es el lema de su escudo cardenalicio, tomado de san Gregorio Magno</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Martini llegó al cónclave de 2005 apoyado en un bastón. Una señal de la enfermedad que le hacía inelegible</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">"Como buen jesuita, dice y no dice", opina el vaticanista Andrea Tornielli, que no le considera un liberal</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">?Decir que es un cardenal de izquierdas sería una simplificación?, según el senador Ignacio Marino</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">?Jerusalén es un buen sitio para morir?, asegura Martini, ?pero un mal sitio para un moribundo?</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Lo mejor del cardenal lo conserva en la memoria. Por ejemplo, ese pasmoso método de lectura, gracias al cual leía en tiempo récord muchos de los libros que llegaban a diario al palacio arzobispal. Yendo al grano, dejando de lado lo superfluo. Un método inaplicable para su último libro, Coloquios nocturnos en Jerusalén, porque no contiene una única idea. Estamos ante el testamento espiritual y personal del hombre al que muchos consideran el máximo representante en la Iglesia de una línea liberal, dialogante, que apuesta por la comprensión de las sociedades laicas del siglo XXI y no por la contraposición.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">En los coloquios redactados por Georg Sporschill, jesuita austriaco de 62 años, Martini habrá apreciado también ese impulso, orgé en griego, como le gusta decir al cardenal; esa cualidad vital que caracteriza a las obras inspiradas. Su publicación, en alemán, ha levantado ya la polvareda que suele acompañar a las declaraciones de Carlo Maria Martini, visto en muchos sectores de la Iglesia como la contrafigura de Benedicto XVI. Infatigable buscador de verdades, este turinés de buena familia parece conservar intacta a los 81 años la capacidad de escandalizar, de remover las aguas estancadas. Sin apenas levantar la voz, diciendo cosas que se alejan siempre del runrún oficial, de los lugares comunes, de los raíles particularmente rígidos de la institución a la que pertenece desde hace 56 años, la Iglesia Católica Apostólica Romana.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">"El cardenal es simplemente un hombre que se atreve a pensar", dice el cirujano Ignacio Marino, que mantuvo con él un diálogo famoso, publicado por el semanario L'Espresso, en 2006. En él quedó patente el estilo Martini. El de un hombre dispuesto a escuchar las razones del otro, a buscar un punto de consenso, y sobre todo a no descalificar. Ahí está su sufrida aceptación de la investigación con ovocitos, antes de que las células que los constituyen comiencen a dividirse. O su rechazo al encarnizamiento terapéutico. Martini se ha esforzado por comprender el drama de los que practican la eutanasia, para evitar el sufrimiento a un ser querido, aun considerándolo un hecho terrible. Ante una de las bestias negras de la Iglesia, la homosexualidad, su postura es cuando menos humana. "Tengo conocidos que son parejas homosexuales, hombres muy estimados y muy sociables. Nunca se me ha pedido, ni a mí se me habría ocurrido, condenarles", declara en su último libro.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Ahí está también su crítica seria, erudita, nada reverencial al libro Jesús de Nazaret, publicado por Benedicto XVI el año pasado. "Un libro hermoso", declara el cardenal, aunque se ve claramente que su autor, "no ha estudiado directamente los textos críticos del Nuevo Testamento". O su rechazo a la misa en latín -"considero que el Vaticano II fue un paso adelante en la comprensión de la liturgia"- publicado en un diario económico poco después del motu proprio del Papa que autorizaba el viejo rito.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Martini ha tenido siempre un sello especial. El último libro, el último escándalo, no hace más que reforzar el mito de este estudioso atípico, autor de centenares de obras eruditas, muchas de ellas compendios de ejercicios espirituales, homilías y pláticas. Lo que dice el cardenal interesa. Aunque, ¿quién es realmente Carlo Maria Martini, el gran rival de Joseph Ratzinger en el último cónclave? ¿Quién es el jesuita que renunció a su estatus de príncipe de la Iglesia al jubilarse, para refugiarse en una austera residencia de la Compañía, cerca de Roma?</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Gregorio Valerio, su fiel secretario, y Sandro, el chófer de toda una vida, le acompañaron a su nuevo domicilio un día de septiembre de 2002. Valerio recuerda todos los detalles. La habitación espartana, el estudio con una nevera vacía, el saco verde para meter la ropa sucia. El secretario se estremeció. "El cardenal suda mucho, me preocupaba que no tuviera ropa disponible. Aquella austeridad era algo tremendo. Los jesuitas, ya sabe como son", dice con gesto indescifrable. Felizmente supo antes de marchar que el cardenal -"aquí es padre Martini", había dicho uno de los internos- tendría baño propio. Cosas intrascendentes para quien cambió hace años una vida de comodidades por la severidad del mundo jesuita. Y además, Ariccia era sólo un lugar de paso. Su verdadero destino era Jerusalén.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">"El cardenal era feliz allí", dice el cirujano Marino, senador del izquierdista Partido Democrático italiano, que le visitó hace un par de años en la Ciudad Santa para tres religiones. "Me citó un día temprano, para ir al Santo Sepulcro. Fue una experiencia única". Marino entorna un poco los ojos, y rememora. Serían las siete de la mañana. El árabe que custodia las llaves del sepulcro acababa de abrirlo. La soledad, el silencio, daban al interior un aire místico. "Martini me mostraba los restos arqueológicos con un dominio impresionante. 'Esto es histórico, esto otro no sabemos, aquello forma parte de la leyenda'. ¡Qué gran guía!". Y luego, al filo de las 10.30, como todos los días, el cardenal le llevó a la gasolinera, cerca del Instituto Bíblico, donde preparan el mejor espresso de la ciudad.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">El sueño de Jerusalén quedó roto hace unos pocos meses. El párkinson que le atormenta hace progresos, y Martini tiene que someterse a un tratamiento en la residencia-hospital que los jesuitas tienen en Gallarate (a unos 30 kilómetros de Milán). Un caserón del siglo pasado rodeado por un jardín, donde el paciente lleva una vida rutinaria, sin renunciar al trabajo.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Corrige, cuando se encuentra con fuerzas, las pruebas de la versión italiana del libro de Sporschill, y avanza en el análisis de las anotaciones marginales, o escoria, del Códex Vaticano (el manuscrito que contiene la versión en griego más antigua que se conoce del Nuevo Testamento, junto al Códex Sinaiticus). ¿Podría recibir a la periodista? El cardenal no se encuentra con fuerzas. En un gesto que confirma su escaso apego a lo protocolario, Martini llama personalmente para disculparse. "Estoy en tratamiento médico. Mi salud falla. Siento mucho decirle que no, pero no estoy bien". Su voz suena infinitamente frágil a través del teléfono. Irreconocible. Imposible relacionarla con aquella voz imperiosa, remachando cada palabra, del arzobispo de Milán, en la entrevista que concedió a EL PAÍS nada más recibir el Premio Príncipe de Asturias, en 2000.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">"Está aprendiendo a hablar otra vez. Trabaja con un logopeda", explica Franco Agnesi, una de las cuatro personas con las que Martini compartió vida en su etapa de arzobispo. Agnesi, que acaba de visitarle en Gallarate, cuenta que sigue añorando Jerusalén. "Le duele no estar allí, pero mantiene el sentido del humor. Yo le cité la frase del Evangelio de San Juan, del capítulo 21: 'Cuando seas viejo te llevarán adonde no quieres".</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Carlo Maria Martini fue enviado adonde no quería siendo todavía un hombre joven. La decisión de Juan Pablo II de nombrarle arzobispo de Milán llegó en diciembre de 1979 y cayó como una bomba en los palacios obispales de Italia. ¿Quién era aquel jesuita, estudioso de las Sagradas Escrituras, sin experiencia pastoral alguna, que escalaba hasta lo más alto de la jerarquía nacional? ¿Qué sabía del mundo de la curia, de las obligaciones profesionales de un arzobispo, el estudioso y tímido Martini? A toda prisa, el papa le consagró obispo después del nombramiento con el que soñaban buena parte de los obispos de Italia. Él, el jesuita alto, de porte aristocrático, tímido y reservado, no aspiraba a la diócesis de San Ambrosio. Estaba a gusto como rector de la Universidad Gregoriana, un puesto en el que llevaba poco más de un año, después de casi nueve dirigiendo el Instituto Bíblico de Roma.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">El salto entre un cargo y otro había sido casi imperceptible. La Gregoriana y el Instituto están casi puerta con puerta, en un rincón relativamente tranquilo del centro histórico de Roma. Martini pasó de una habitación austera a otra habitación austera. De una vida en comunidad -con baño compartido- a una vida en comunidad, un peldaño más arriba en el escalafón académico eclesiástico. Stephen Pirani, el jesuita estadounidense que fue su alumno y es hoy rector del Bíblico, recuerda cuánto lamentó su marcha. "Como profesor tenía una gran claridad de ideas. Era capaz de explicar admirablemente una cosa tan rara como es la Crítica Textual, su especialidad". Pirani ha mantenido el contacto con el cardenal desde los años setenta. Porque Martini no se apartó nunca, ni siquiera agobiado por el peso de la diócesis más grande de Europa, de su pasión por manuscritos y papiros bíblicos.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Cambió de ciudad y de vida, después de obtener el permiso del superior general de los jesuitas, Pedro Arrupe. Se instaló en el ala noble del palacio arzobispal, el que se asoma a la Via del Duomo. Y aprendió deprisa. Se percató enseguida del ritmo frenético de la ciudad. De la peculiaridad de su tarea pastoral en tiempos violentos. Los años de plomo daban sus últimos coletazos, con acciones terribles del terrorismo negro y de las Brigadas Rojas, que disparaban a las piernas a hombres de negocios y profesores universitarios. Condenó el terrorismo, pero no se negó a escuchar a los terroristas. Celebró funerales por las víctimas y bautizó en cierta ocasión a dos gemelos concebidos durante uno de aquellos juicios de alta seguridad contra brigadistas rojos. Martini visitó las cárceles, convencido de que en ellas no había espacio para la "rehabilitación de los presos"; recorrió hospitales y parroquias. Y desde el púlpito condenó el escándalo de Tangentópolis, el sistema de corrupción político-económica que acabaría por dinamitar la vida política italiana a comienzos de los años noventa.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Nada de esto le distinguió de los demás obispos. Fueron otras iniciativas las que dieron pie al mito Martini. La primera, leer el Evangelio a los jóvenes y dar espacio al silencio y a la meditación en sus vidas. La Escuela de la Palabra, como se denominó a estos encuentros mensuales, se revelaría todo un éxito. El Duomo registra llenos espectaculares en cada cita. Miles de jóvenes se reúnen ante el altar para escuchar los textos sagrados y meditar un rato sobre la propia vida.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">En medio del frenesí diario de Milán -junto a Turín, motor económico de Italia-, Martini predica silencio y pausa. El segundo gran acierto del cardenal (Wojtyla le concede la birreta en 1983) llega en 1987. Y será bautizado como la cátedra de los no creyentes. Encuentros esporádicos con intelectuales laicos para debatir sobre las razones de la duda, de la fe, o de la falta de fe. Una frase del libro de Ratzinger Introducción al cristianismo, en la que reflexiona sobre el "no creyente que hay en todo creyente", le da la idea. El cardenal se inspira también en la sentencia del filósofo Norberto Bobbio: "Lo importante no es creer o no creer, sino pensar o no pensar". A partir de ahí, la cátedra despega. Martini debate con el semiólogo Umberto Eco y con decenas de intelectuales en aulas universitarias y salas de conferencias. Muchos de los coloquios se publicaron. No es casual que en 2000, tanto Eco como el cardenal reciban el Nobel español, el Premio Príncipe de Asturias.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">A Martini le costó aceptar ese honor. Normalmente rechaza los premios. Le abruman los elogios, le interesan sólo los comentarios críticos, de los que aprende más. Ya lo dice el lema de su escudo cardenalicio: "Amar las cosas adversas por amor a la verdad", sacado de las reglas pastorales de san Gregorio Magno. Aunque Martini es, por encima de todo, un jesuita. Aprecia el silencio y las pausas en el ajetreo diario. Una regla de oro que mantuvo siempre en sus años de arzobispo. "Me obligó a dejar en blanco su agenda los jueves por la mañana", cuenta su secretario, Valerio. Salían en coche hacia la montaña. Una vez en el punto elegido, cada uno se iba por su lado. Eso sí, con el teléfono móvil en el bolsillo.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Sin ser un montañero, Martini conserva de su infancia la afición por las excursiones a los Alpes. Las largas vacaciones familiares se dividían entre las playas de Liguria y las montañas cercanas a Turín. Su padre prefería las marchas. De arzobispo, Martini se atrevía a escalar los picos alpinos. Casi siempre los de la vertiente de la Suiza italiana, para no ser reconocido. Luego, purificado por las alturas y la soledad, regresaba a la curia y retomaba su agenda.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Gregorio Valerio le recuerda siempre correcto, incapaz de una mala palabra, aunque siempre distante. "Es un hombre pasional, pero se domina. Lo consigue a fuerza de voluntad y entrenamiento". Vestía clergyman, salvo en las salidas pastorales. Moderado en las comidas, el cardenal seguía una dieta férrea, dirigida por un especialista, al menos un par de semanas al año. Motivos de salud o quizá un deseo de purificación física. Hay un lado curioso también en la personalidad del intelectual, biblista de fama internacional y pensador rebelde: sus dotes de catador de vinos. "Al arzobispado llegaban muchos regalos, a veces cajas de vino. Yo siempre me fiaba de la opinión del cardenal. Cuando decía: 'Éste es un excelente vino de mesa', yo sabía que el vino no valía nada", cuenta su secretario.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">El cardenal pasaba horas en su estudio privado, casi siempre con la puerta abierta. Cuando la cerraba era una señal de que no debían molestarle. Martini compartía mesa en el desayuno, comida y cena con sus colaboradores directos. El entonces número tres de la curia milanesa, Franco Agnesi, le define como un hombre con gran sentido del humor, aunque siempre contenido, distante. Una compostura que algunos feligreses interpretaban como insuperable frialdad. "Cuando te saludaba, después de las misas en el Duomo, era como una esfinge", cuenta un milanés devoto, que no oculta sus preferencias por el nuevo arzobispo, Dionigi Tettamanzi.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Martini siempre ha creído en la potencia de la razón, en perfecta armonía con su fe. Algo que le ocasionó en Milán algunos problemas. "Comunión y Liberación le hizo la vida bastante difícil", dice Agnesi. Era entonces un movimiento joven, muy ligado a la derecha política, en una fase de agresiva expansión. El cardenal encajó la situación con su autocontrol habitual. Sin dejar de apreciar por eso dos cualidades en estos movimientos. Por un lado, su redescubrimiento de Cristo; por otro, su capacidad de establecer relaciones muy intensas dentro del grupo.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Amigos y adversarios, colaboradores y meros observadores coinciden en considerar a Martini un hombre enormemente reservado. Su educación, su historia, los golpes de la vida han hecho de él una persona casi impenetrable. El segundo de tres hermanos, Carlo Maria Martini nació el 15 de febrero de 1927 en Turín, en una familia de la burguesía industrial. Leonardo, su padre, era un ingeniero con una boyante empresa constructora. Su madre, Olga, una católica extraordinariamente devota. El niño fue enviado al colegio de los jesuitas, uno de los más prestigiosos de la ciudad. Y allí surgió la vocación. "A mi padre no le gustó demasiado la idea", diría después Martini. Quizá tenía otros proyectos para él, pero su destino estaba marcado. Sería jesuita.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Los primeros años de formación coincidieron con la II Guerra Mundial, pero los Martini no pasaron especiales apuros. A los 25 años, Carlo Maria es ordenado sacerdote. Una década después, tras licenciarse en teología y filosofía y completar su formación de jesuita, ocupa la cátedra de Crítica Textual en el Instituto Bíblico de Roma. En 1972 conoce a Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, que le invita a visitar a los expertos bíblicos de su ciudad. Martini hizo el viaje en coche con su hermano mayor, Francesco. Fue el último que hicieron juntos. En octubre de 1972, su hermano muere de infarto cerebral. En apenas 18 meses, Martini pierde también a sus padres. La familia del cardenal se reduce ahora a su hermana menor, Maria Stefania, y sus sobrinos, Giulia y Giovanni.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Son golpes de la vida que le han marcado, como la enfermedad. El párkinson le acecha desde comienzos del nuevo milenio. Pese a los iniciales desmentidos oficiales, la noticia es del dominio público antes del cónclave de 2005. La muerte de Juan Pablo II ese año brinda una ocasión a la Iglesia para afrontar quizá la reforma que muchos desean. Los seguidores de Martini confían en sus posibilidades de ser elegido. "Habría sido peor", dice el vaticanista del diario conservador Il Giornale Andrea Tornielli. "Martini habría dividido a la Iglesia mucho más que Ratzinger". El cardenal se presenta en Roma apoyado en un bastón. Los expertos saben que el bastón significa "no me elijáis, estoy enfermo", en el metalenguaje vaticano.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Martini sufre el mismo mal que ha convertido en un infierno los últimos años de Juan Pablo II, aunque en un grado mucho menos agudo. Por eso, el cardenal sigue activo. Divide sus días entre Jerusalén y Ariccia. Acude a las reuniones de las congregaciones vaticanas de las que forma parte. Y sigue dirigiendo ejercicios espirituales. Los últimos, este mismo año, vuelven a ser motivo de polémica. El cardenal habla ante un grupo de sacerdotes, y denuncia la envidia "como vicio clerical por excelencia". Habla también de la calumnia. Recuerda que en sus años de arzobispo en Milán llegaban decenas de cartas anónimas repletas de calumnias contra sacerdotes y prelados que él mandaba quemar. "La mayoría procedentes de Roma".</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Al día siguiente, la homilía de Martini está en el diario La Repubblica, y es la comidilla en los corrillos vaticanos. "Creo que el cardenal es un poco ingenuo. A veces dice cosas sin comprender que pueden ser utilizadas erróneamente", opina el obispo Vincenzo Paglia, amigo personal de Martini. "No es un hombre de izquierdas, aunque se empeñan en convertirlo en el anti-Papa. No tiene una visión política, sino una visión evangélica de la Iglesia. Es cierto que habla con libertad, pero muchas veces se le malinterpreta".</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">No sólo sus amigos y antiguos colaboradores coinciden en lamentar la "distorsión" mediática que ha convertido al cardenal en un personaje de izquierdas dentro de la jerarquía católica. También quienes le contemplan con más distancia, como el vaticanista Tornielli, creen que el personaje Martini es una invención de algunos periodistas. "Se empeñan en eso, como se empeñaron en afirmar que Ratzinger fue elegido en el último cónclave gracias a su apoyo. Lo cual es absolutamente falso". Martini no es un liberal, cree Tornielli, que se ha molestado en recopilar muchas de las intervenciones del purpurado, a su juicio contrarias a esa aureola, en un libro titulado La scelta de Martini (La elección de Martini). "Como buen jesuita, dice y no dice", apunta el vaticanista.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Tornielli no encuentra, sin embargo, motivo de escándalo en las últimas intervenciones de Martini. Ni siquiera en el libro del jesuita Sporschill. "No se ha publicado aún en italiano. El cardenal está jubilado. Sus palabras ya no escandalizan. Lo que dice lo dice porque está obligado a mantener su personaje", insiste.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Muchos seguidores del cardenal liberal esperan este texto con expectación. Saben, por los resúmenes publicados, que recoge una conversación sin reservas con Georg Sporschill. Los dos se conocieron hace un par de décadas, en Viena. "El cardenal daba un cursillo para sacerdotes y trabajadores sociales de cárceles", recuerda el autor. A partir de ahí surgió la amistad. Sporschill admiraba al cardenal, y Martini siempre se interesó por el trabajo del austriaco, que se ocupa de los niños de la calle de Bucarest. Así, entre los dos, fue tomando cuerpo la idea de un encuentro a tumba abierta sobre las grandes cuestiones de la Iglesia, y las opiniones más personales del cardenal. "Le visité en Jerusalén tres semanas, a lo largo de varios meses. Cuando estaba allí, nos veíamos diariamente, conversábamos horas y horas, siempre que su salud lo permitía", precisa Sporschill a través del correo electrónico.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">El resultado es un libro delgado, pero de contenido denso, y polémico. Martini confiesa en él las dudas que le han atormentado durante años. Su dificultad de comprender las razones de Dios para hacer sufrir a su Hijo en la cruz. Siendo ya obispo, Martini considera insoportable, a veces, la contemplación de un crucifijo. Tampoco era capaz de aceptar la muerte, hasta que un día comprendió. "Sin la muerte no nos entregaríamos totalmente a Dios. Nos quedarían salidas de emergencia abiertas". El cardenal emérito confiesa que soñó durante años en la posibilidad "de una Iglesia en la pobreza y la humildad, independiente de las potencias del mundo". Hoy ha dejado de soñar. Aun así, pide valor a la Iglesia para transformarse. Para aceptar que el mundo cambia. Aunque sólo fuera por puro pragmatismo, tendría que abrir los brazos a los sacerdotes casados, valorar la hipótesis de la ordenación de mujeres.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Martini reconoce también que la encíclica de Pablo VI, Humanae Vitae, en la que el magisterio de la Iglesia condena el uso de anticonceptivos, está superada. A Ignacio Marino, cirujano y senador, que considera a Martini "una de las grandes personalidades de nuestro tiempo", no le ha sorprendido la sinceridad del cardenal, aunque lamenta que sus palabras sean casi siempre piedra de escándalo. "Siempre ha hablado con libertad, pero ama a la Iglesia y es enormemente fiel al Papa". ¿Es un cardenal de izquierdas? "Decir eso sería una simplificación".</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">El rector Pirani teme que la imagen de Martini haya sido distorsionada por los periodistas. "Muchas veces me ha comentado que le molesta que intenten enfrentarlo al Papa o a otros cardenales". Para este jesuita no hay enigma alguno ni contradicción en la personalidad del cardenal. La cosa es simple. "En él se conjuga una gran fidelidad a la Iglesia con el valor de hacer preguntas". Es lo mismo que opina el obispo Vincenzo Paglia, que le conoció en los años setenta, cuando era rector del Instituto Bíblico, y vivía angustiado por su falta de contacto con los pobres. La Comunidad de San Egidio era entonces una experiencia nueva, y a Martini le interesó. Primero acudió a ayudar a un anciano enfermo que vivía en la miseria, luego amplió el alcance de su actividad pastoral. "Iba a celebrar misa a una barriada pobre, en el Alessandrino. Recuerdo que oficiaba en una antigua pizzería, y preparaba el sermón, los sábados, con dos de los muchachos de la comunidad", cuenta Paglia.</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><span style="font-weight: normal;">Biblia y fe religiosa son un todo en Carlo Maria Martini. Él mismo ha relatado su infatigable peregrinación por las librerías de Turín, su ciudad natal, siendo un adolescente, en busca de un ejemplar en italiano del Antiguo y el Nuevo Testamento, traducidos del griego. La Biblia, que conoce de pe a pa, tan poco presente en la formación de los católicos, es la verdadera base de la espiritualidad de Martini. Para responder a cualquier pregunta, para resolver cualquier problema, el cardenal echa mano de las Escrituras. Sin miedo a quedarse solo. "Sigue la máxima de san Ignacio: 'Solo y a pie", añade Franco Agnesi, su antiguo colaborador, que añora los años pasados junto al cardenal, al que todavía pide consejo. Ése fue el motivo de su última visita: preguntarle qué hacer ahora, que le trasladan de parroquia. El cardenal le escuchó y le aconsejó. Y fue capaz de dominar la nostalgia cuando se habló, de pasada, de Jerusalén. La ciudad donde quería morir. En la que tenía reservada una sepultura. Ahora esa posibilidad es remota. El propio Martini se lo dijo: "Jerusalén es un buen sitio para morir, pero un mal sitio para un moribundo".</span></strong></span><br /><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong></strong></span></div><span style=";font-family:arial;font-size:85%;" ><strong><br /><div align="justify"><a href="http://www.elpais.com/articulo/reportajes/cardenal/atreve/pensar/elpepusocdmg/20080713elpdmgrep_1/Tes">http://www.elpais.com/articulo/reportajes/cardenal/atreve/pensar/elpepusocdmg/20080713elpdmgrep_1/Tes</a></div></strong></span>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-49004311143640140652008-07-14T13:30:00.000-04:302008-07-14T13:41:08.737-04:30Se agita debate sobre resurrección<em><strong>BBC Mundo</strong></em><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-1i5ieWbAYfnjgSTN61Z5IgIDDqHozKQ_uMoMOpsQVKx8-qT9PWCVXDHUHykAaUOC4QsTclMI28A3Ym9Em6LIdbLOsvXcuhLM5ZUdn3TpqU9EUdMCuVYQ34LyqYKOFxO-EiCWDFPQ4ufT/s1600-h/tabla1.jpg"><em><strong><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222932708132724818" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 287px; CURSOR: hand; HEIGHT: 215px" height="185" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-1i5ieWbAYfnjgSTN61Z5IgIDDqHozKQ_uMoMOpsQVKx8-qT9PWCVXDHUHykAaUOC4QsTclMI28A3Ym9Em6LIdbLOsvXcuhLM5ZUdn3TpqU9EUdMCuVYQ34LyqYKOFxO-EiCWDFPQ4ufT/s400/tabla1.jpg" width="240" border="0" /></strong></em></a><em><strong><br /></strong></em><strong>La discusión acerca de uno de los preceptos más básicos del cristianismo, la muerte y resurrección de Jesucristo, se ha reavivado por la nueva interpretación a un antiguo texto inscrito en una losa de piedra encontrada a orillas del Mar Muerto. </strong><br /><div><br /><div>La tablilla, que se cree data del siglo primero antes de Cristo, fue descubierta hace diez años.<br />Ahora, Israel Knohl, un profesor de estudios bíblicos en la Universidad Hebrea de Israel, dice que la lectura de su texto hebreo demuestra que la idea de la resurrección del Mesías luego de tres días, ya era parte de una tradición judía antes del nacimiento de Jesús.<br />Sin embargo persisten dudas acerca del origen de la piedra inscrita, y algunos académicos cuestionan incluso su autenticidad.<br />Se cree que la reliquia, conocida como la Visión de las Revelaciones de Gabriel, proviene de la margen oriental -jordana- del Mar Muerto.<br />Fue descubierta hace diez años y ahora pertenece a un coleccionista que vive en Zurich, David Jeselsohn, quien la adquirió en Jordania.<br />La tablilla, de un metro de altura, tiene inscritas 87 líneas de texto en hebreo a dos columnas.<br />De manera inusual, el texto está escrito sobre la piedra en vez de estar tallado. <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBt6wsLcMm9ihPmcMxlh-E-QrYai6uFYVMmZuSIIOQCu7gorFUTEtDmuZv2XU0kNpTs2n68M1wGqQVKhz54w19h4eXY8YrD7QJL39UE6GRFiFBJDtZCyIYD-ZLZGGK5cIPGTCNEZrutz9M/s1600-h/tabla2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5222932505874749666" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" height="325" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBt6wsLcMm9ihPmcMxlh-E-QrYai6uFYVMmZuSIIOQCu7gorFUTEtDmuZv2XU0kNpTs2n68M1wGqQVKhz54w19h4eXY8YrD7QJL39UE6GRFiFBJDtZCyIYD-ZLZGGK5cIPGTCNEZrutz9M/s400/tabla2.jpg" width="229" border="0" /></a>Algunas letras y palabras enteras de la tablilla son ilegibles. <br />"Eslabón"<br />Israel Knohl argumenta que su interpretación del texto hebreo podría "dar vuelta a la visión que tenemos de la personalidad histórica de Jesús".<br />"Este texto podría ser el eslabón perdido entre el judaísmo y el cristianismo, en la medida en que encuentra raíces en la tradición judía para la creencia cristiana en la resurrección del Mesías", dijo a la agencia AFP.<br />Según la interpretación del profesor Knohl, la línea clave del texto cita al Arcángel Gabriel diciéndole a un "Príncipe de Príncipes" que "en tres días vivirás: Yo Gabriel te lo ordeno".<br />La teoría del profesor es cuestionada por algunos. Y debido a que falta buena parte del texto, el debate acerca del significado general de la tablilla está agitado.<br />Ada Yardeni, una especialista en lenguas antiguas en la Universidad Hebrea que ha estudiado la piedra en cuestión, no concuerda con las conclusiones del profesor Knohl, aunque acepta que la palabra básica en la cita podría significar "vive", pese a ser escrita de una manera inusual.</div><br /><div>En: <a href="http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7496000/7496700.stm">http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7496000/7496700.stm</a></div></div>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-66528712115731629702008-06-27T06:46:00.000-04:302008-06-27T06:54:27.400-04:30El Hexagrama Místico de Pascal*<div align="right"><strong><span style="font-size:130%;">Rodolfo San Agustín Chi</span></strong></div><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIntuNIvg-pTc-jGPnHT10dgYsFzQFOAACaVsFGgrzhgMbJgpRXt0jKKhezjb8ENXjOtSZb6UjbaJIcKr6S2aGH003yBSL9fPY63rmK-J11XLDpJeYsHAreo3w1jy-Vcwg6oiTunDQmJ91/s1600-h/Blaise_Pascal.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5216519468947938978" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 276px; CURSOR: hand; HEIGHT: 351px" height="376" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIntuNIvg-pTc-jGPnHT10dgYsFzQFOAACaVsFGgrzhgMbJgpRXt0jKKhezjb8ENXjOtSZb6UjbaJIcKr6S2aGH003yBSL9fPY63rmK-J11XLDpJeYsHAreo3w1jy-Vcwg6oiTunDQmJ91/s400/Blaise_Pascal.jpg" width="304" border="0" /></a>« …A la edad de 16 años Blais Pascal habia completado un extenso<br />tratado sobre las cónicas el cual, desafortunadamente se ha perdido.<br />Leibnitz lo vió y …, aunque también contenia al hexagrama místico…<br />« Afortunadamente sobrevive un documento de ocho páginas donde se<br />encuentra el hexagrama místico…; apareció en 1640 y fue enviado por<br />Mersenne a Descartes, aunque permaneció desconocido para el público<br />matemático por cerca de siglo y medio.»<br />J.L. Coolidge<br /><br />En el libro perdido de Pascal Traite pour les coniques no solo estaba dicho resultado, sino sus aproximadamente 400 corolarios, según el padre Mersenne.<br /><br />En general, seis puntos determinan un hexágono una vez que se les ha ordenado cíclicamente. Es decir, partimos de uno de ellos, pasamos a algún otro de ellos y así, sucesivamente, hasta llegar al último de los puntos para, finalmente, regresar al primero. Así, el teorema de Pascal, el cual enunciamos a continuación, establece la condición para que seis puntos estén en una cónica:<br /><br />Un hexágono está inscrito en una cónica si y solo si las<br />intersecciones de sus lados opuestos están alineadas.<br /><br />Llamaremos recta de Pascal de dicho hexágono a la recta mencionada en el teorema.<br /><br />Seguramente fue Jakob Steiner el primero en llamar la atención de los matemáticos hacia la figura que se obtiene formando hexágonos de todas las formas posibles con seis puntos fijos en una cónica. <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgplfIv7BinLkrEhr30NaKtvpklidUVbBqhLTENtIpuU9Ffj-xqkjoWDf1l2zx-ja8ndz0iYwTgTFtYCp8t65BPLKW3k6of0ZneYnhxn11zNxI2UUP6WTLjmY5dpMZ0RRRt84rPuzFpm3I2/s1600-h/pascal.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5216519821519133970" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgplfIv7BinLkrEhr30NaKtvpklidUVbBqhLTENtIpuU9Ffj-xqkjoWDf1l2zx-ja8ndz0iYwTgTFtYCp8t65BPLKW3k6of0ZneYnhxn11zNxI2UUP6WTLjmY5dpMZ0RRRt84rPuzFpm3I2/s400/pascal.jpg" border="0" /></a>Él observó que, de esta manera, se obtienen exactamente sesenta rectas de Pascal. Steiner mismo probó, en 1828, que las sesenta rectas de Pascal de un hexagrama concurren por ternas en veinte puntos, llamados puntos de Steiner. En 1830 Julius Plücker demostró que los puntos de Steiner están alineados, de cuatro en cuatro, sobre quince rectas, llamadas rectas de Plücker.<br /><br />El rev. T.P. Kirkman probó que las rectas de Pascal pasan por ternas por otros sesenta puntos (los puntos de Kirkman). Seguramente la contribución más importante de Giussepe Veronese, en 1877, a la teoría del hexagrama místico es que la configuración de rectas de Pascal y puntos de Kirkman se descompone en seis configuraciones de Desargues.<br />En 1846 Sir Arthur Cayley y George Salmon probaron, independiente- mente, que los puntos de Kirkman también están alineados por ternas sobre veinte rectas (las rectas de Cayley) y Salmon, por su parte, probó que dichas rectas concurren de cuatro en cuatro en quince puntos, los puntos de Salmon.<br /><br />Tomado de: <a href="http://www.hexagrama.com.mx/hexagrama_mist.htm">http://www.hexagrama.com.mx/hexagrama_mist.htm</a>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-85574361340374328752008-06-11T17:25:00.000-04:302008-06-11T17:33:02.103-04:30Creo Quia Absurdum<div align="right"> <strong><span style="font-size:130%;">Daniel R. Scott*</span></strong><strong><span style="font-size:130%;"></span></strong><br /></div><div align="left"><br /><br /><span style="font-family:arial;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgItH1oLDCWbDDuGsDrDBgjk8Yk99KGWiWb39D2v0aer51E4HH26gaPJNP6WLCptOd3JjEL5WmtbmdDeC7nEoKoKFEFb9xyMvhgCBOMph0q7XLpV2ujnzQXYQOgNcWtb39RE15vxWq0ewjs/s1600-h/creo.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5210747364275376498" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgItH1oLDCWbDDuGsDrDBgjk8Yk99KGWiWb39D2v0aer51E4HH26gaPJNP6WLCptOd3JjEL5WmtbmdDeC7nEoKoKFEFb9xyMvhgCBOMph0q7XLpV2ujnzQXYQOgNcWtb39RE15vxWq0ewjs/s400/creo.jpg" border="0" /></a>Comencé con la lectura de la Biblia un buen día de Julio de 1983 y hasta hoy no he parado de estudiarla ni de descubrirle cosas nuevas y asombrosas. La Biblia es una fuente que no deja de manar asi haya la sequía más implacable. Todo hombre y toda época recibe luz y consuelo de sus páginas. Me es como un libro que, recien salido de la imprenta y con la tinta aún fresca, apenas hoy tomo en mis manos por primera vez...¡Y son ya 23 años compartiendo todo tipo de momentos y recorriendo juntos cientos de caminos! Pero lo que nadie sabe es que del año 2003 hasta hoy me sucede con la Biblia algo muy complejo, paradójico y contradictorio y, sobre todo, muy liberal que escapa a toda lógica: mientras más mi mente reconoce la imposibilidad racional de sus milagros, relatos y enseñanzas, tanto más mi espíritu las acepta, se regocija y se alivia en sus páginas eternas. Es un un fenómeno para el que no tengo respuesta por mucho que lo estudie o me lo expliquen creyentes y no creyentes de mi entorno. Y quiza no tenga respuesta nunca, lo cual no es necesariamente malo.<br />Recuerdo que para 1995 ( y pocos lo saben ) intenté sublevarme contra la Biblia leyendo algún que otro libro que socavase sus bases. "Si ésta es la verdad, voy a poner a prueba su contenido sometiendola a la más duras de las críticas" me dije ingenuamente. Pero fallé en tan descabellada acción. Terminé derrotado y muy malherido. La Biblia siempre terminaba imponiendose sin dificultad con la pompa y la majestad de un Rey eterno e inconmobible. De la Biblia no se puede huir. Una vez que estas en sus brazos ya no amarás a nadie más. Y es que el ingrediente espiritual que hay en todo hombre posee una poderosa intuición de una serie de verdades biblicas intangibles que se ubican muy por encima de toda lógica humana y que le están vedadas al ser racional. Me viene a la mente aquella expresión de Tertuliano ( uno de los Padres de la iglesia o representante de lo que los católicos llaman "La Patristica" ) : "Credo Quia Absurdun". Este hombre afirmaba "La certeza de la Revelación fundandola precisamente en su incomprensibilidad, en su imposibilidad racional" ( Julián Marías ) Si en la Mente de Dios se fraguó el contenido del libro sagrado, ¿cómo la mente humana finita ( apenas una chispa imperceptible en el todo de la creación ) podrá entenderla en toda su plenitud?. El absurdo estaría en afirmar que conocemos hasta lo útimo el contenido de sus páginas.<br />Quiza yo sin saberlo comparta los puntos de vista de este Tertuliano. Soy su discípulo. Es que si la Biblia pudiera resumirse y ser explicada en una formula matemática, física o química ( E= mc2 por ejemplo ) entonces pasaría a ser un libro inferior a la mente que lo explica y perdería automaticamente su condición de PALABRA DE DIOS.<br />Lo cual es absurdo...</span></div><div align="left"><span style="font-family:Arial;"></span> </div><div align="left"><span style="font-family:Arial;"><strong><em>*Escritor venezolano</em></strong></span></div>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-30197264285024340422008-06-06T18:31:00.000-04:302008-06-06T18:37:56.376-04:30La Madre Teresa de Calcuta llegó “a amar la oscuridad”05/06/2008 - 18:55<br />ZENIT, IBLNEWS*<br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCcXY-BZoCJvKtFmRvgLWhGiMAce9Od_mKZG6F6MgRoyVjdgTzQxAqPAknsXfA-slR4Xvd0kz3T8zd9j9BTSrcWS33AOqakhhHglW91FhClEMleJt5MyYuMKMpm0fqZSaDZ3SilPWGkYZt/s1600-h/mother_teresa_2.gif"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCcXY-BZoCJvKtFmRvgLWhGiMAce9Od_mKZG6F6MgRoyVjdgTzQxAqPAknsXfA-slR4Xvd0kz3T8zd9j9BTSrcWS33AOqakhhHglW91FhClEMleJt5MyYuMKMpm0fqZSaDZ3SilPWGkYZt/s400/mother_teresa_2.gif" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5208908900960711458" /></a><br />El postulador para la Causa de beatificación de Madre Teresa, padre Brian Kolodiejchuk, M.C., presentó este miércoles en Madrid el libro "Ven sé mi luz. Las cartas privadas de 'la santa de Calcuta'" (Planeta-Testimonio).<br />La correspondencia privada de Madre Teresa permite reconstruir "el lado más espiritual" y menos conocido del trabajo que hizo famosa a esta humilde albanesa, según explicó el postulador de su causa, que pudo acceder a las cartas que ahora se publican al iniciarse su proceso de beatificación.<br />Una de las sorpresas que deparaba esta documentación permanecía oculta a la mayoría de las personas tras la sonrisa permanente de Madre Teresa, y fue sin embargo esencial en su vocación. Se trata de la oscuridad interior que experimentó sobre todo a partir de los años 60, pero que comenzó a sentir mucho antes, alrededor de 1937, cuando era todavía misionera de Loreto, antes de fundar su propia Congregación (Misioneras de la Caridad).<br />Sin embargo, Madre Teresa pudo armonizar la "alegría por hacer día tras día lo que Dios le pedía" con el "desconsuelo y la soledad". Según el padre Kolodiejchuk, "sonreír" fue su elección. En una de sus cartas, Madre Teresa escribe: "cuando veo a alguien triste, pienso siempre que le está negando algo a Jesús".<br />Además, la religiosa llegó a "amar la oscuridad", como confiesa en una carta al padre Neuner: "Por primera vez en estos once años-he llegado a amar la oscuridad.-Pues ahora creo que es una parte, una muy, muy pequeña parte de la oscuridad y del dolor de Jesús en la tierra. Usted me ha enseñado a aceptarla como un "lado espiritual de "su obra"" (...) Hoy sentí realmente una profunda alegría-porque Jesús ya no puede sufrir de nuevo la agonía-sino que Él quiere sufrirla en mí-Más que nunca me entrego a Él.-Sí- más que nunca estaré a su disposición".<br />El padre Kolodiejchuk confesó que tuvo que leer "varias veces las cartas" hasta entender de qué se trataba verdaderamente su "oscuridad"; incluso muchas hermanas que convivían cerca de ella, "no tenían ni idea de lo que pasaba en su interior".<br />Al ver la ingente obra que Madre Teresa realizó (sobre todo después de su "inspiración" en 1946, cuando recibe "la llamada dentro de la llamada" para trabajar entre los más pobres de los pobres) lo más fácil es pensar que lo hacía apoyada en el consuelo que experimentaba en Dios. Sin embargo, según el postulador de su causa, lo que hizo "heroica" su vida, fue precisamente la fidelidad a Dios a pesar de esta falta de consuelo.<br />Para Madre Teresa, "la pobreza más grande en el mundo de hoy" era "no sentirse amado", por eso comprendió que experimentar el abandono de su Amado como algo real, le acercaba a sus pobres y la identificaba con el sufrimiento de Jesucristo en el Huerto de Getsemaní y en la Cruz, cuando pregunta al Padre: "¿Por qué me has abandonado?"<br />Según el padre Kolodiejchuk, la experiencia de Madre Teresa es similar a la de otros santos y más que "crisis" de fe (que hace referencia a algo "más existencial e intelectual"), lo que atravesó la Madre fue una "prueba de fe" hasta alcanzar, como dijo uno de sus confesores, "una fe pura y desnuda, sin sentir nada".<br />Además, el postulador de la Causa de Madre Teresa ve en esta actitud un ejemplo para los creyentes, que deben saber que "la fe no siempre es fácil" y "tenemos que luchar".<br />A pesar del deseo de Madre Teresa de que sus escritos fueran destruidos, finalmente han visto la luz, porque la Iglesia considera que aunque se trató de una experiencia "personal", no ha sido una experiencia "privada", porque no fue sólo para ella. Los Misioneros y Misioneras de la Caridad heredaron el "carisma" de Madre Teresa, que consiste no sólo en compartir la pobreza material, sino también "la espiritual".<br />El postulador de la Causa de beatificación de la religiosa concluyó que el amor que vivió Madre Teresa no es sólo "para admirar", sino que "es posible imitarlo empezando a nuestro alrededor".<br /><br />*Tomado de: http://iblnews.com/story.php?id=38405historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-70630660977429722462008-06-05T13:22:00.000-04:302008-06-05T13:29:23.863-04:30El proceso de canonización de la Madre Teresa está parado por falta de milagros*<div align="right"><strong>TOMÁS GARCÍA YEBRA</strong><br /></div><br /><div></div><br /><div></div><br /><div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlfSYXdL-pqAg3p0KSEsbJb_Mfnyp3MMpBMSdb8MUPao3HDM3Ldg68DStE443nT750d_gyBLcx3XAwZUcAOhbcueC1qmQzcYdJHw0xnajWMwbSiXht4L2fkHkgU7lkBrTOguDSBF5t0ul_/s1600-h/teresa-de-calcuta.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5208458279970454306" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlfSYXdL-pqAg3p0KSEsbJb_Mfnyp3MMpBMSdb8MUPao3HDM3Ldg68DStE443nT750d_gyBLcx3XAwZUcAOhbcueC1qmQzcYdJHw0xnajWMwbSiXht4L2fkHkgU7lkBrTOguDSBF5t0ul_/s400/teresa-de-calcuta.jpg" border="0" /></a>El padre Brian Kolediejchuk, postulador por la canonización de la Madre Teresa de Calcuta, dijo que este proceso está paralizado, pues «no se ha encontrado todavía la evidencia de que la Madre Teresa haya realizado un milagro». El padre Brian, recopilador de Ven, se mi luz (Planeta), un volumen que recoge una selección de cartas que escribió la santa de Calcuta durante sus crisis religiosas, precisó que más que de crisis habría que hablar de prueba de fe.«La Madre Teresa sintió un profundo amor por Jesús y entregó su vida a amar Dios, pero en un determinado momento notó un vacío, sintió una enorme soledad, aunque salió de este oscuro túnel con coraje y afán de superación». Esto explicó el padre Brian. Las palabras que dejó escritas la Madre Teresa son, sin embargo, más explícitas: «Siento que Dios no me quiere, que Dios no es Dios y que él verdaderamente no existe». Y en otro lado:«¿Dónde está mi fe? Incluso aquí, en lo más profundo, no hay nada, sino vacío y oscuridad. Si alguna vez me convierto en santa seré seguramente una santa de la oscuridad».Once años después de su muerte sale a la luz en castellano la correspondencia que mantuvo durante más de sesenta años con un reducido círculo de amigos y confidentes. En ellas expresa sus dudas sobre la existencia de Dios, sobre la religión y sobre su cometido en la vida.</div><br /><div>*Tomado de: <a href="http://www.laverdad.es/murcia/20080605/sociedad/proceso-canonizacion-madre-teresa-20080605.html">http://www.laverdad.es/murcia/20080605/sociedad/proceso-canonizacion-madre-teresa-20080605.html</a></div>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-30273230043497795542008-05-27T06:14:00.000-04:302008-05-27T07:15:04.486-04:30Alumbrados*<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJIJqvuk2ESdKI3CVpw7xCP_6T8GfldaEHxLXumrrhLJWJvrNZBPivYd1Z3zmS_HDqGvOeG3rhWVUw5N_O-8V7wWkTFCD6AHMElbiT3NqfQpnMyd4HH-JYPsq5I6H6oWNrNlZgGfwwxaqG/s1600-h/JCTeaching.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5205019451051535922" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" height="394" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJIJqvuk2ESdKI3CVpw7xCP_6T8GfldaEHxLXumrrhLJWJvrNZBPivYd1Z3zmS_HDqGvOeG3rhWVUw5N_O-8V7wWkTFCD6AHMElbiT3NqfQpnMyd4HH-JYPsq5I6H6oWNrNlZgGfwwxaqG/s400/JCTeaching.jpg" width="417" border="0" /></a> <span style="font-family:arial;">Los alumbrados fueron un movimiento religioso español del </span><a title="Siglo XVI" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Siglo_XVI"><span style="font-family:arial;">siglo XVI</span></a><span style="font-family:arial;"> en forma de secta </span><a title="Mística" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Mística"><span style="font-family:arial;">mística</span></a><span style="font-family:arial;">, que fue perseguida por considerarse herética y relacionada con el </span><a title="Protestantismo" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Protestantismo"><span style="font-family:arial;">protestantismo</span></a><span style="font-family:arial;">. Tuvo su origen en pequeñas ciudades del centro de </span><a class="mw-redirect" title="Castilla" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Castilla"><span style="font-family:arial;">Castilla</span></a><span style="font-family:arial;"> alrededor de 1511, si bien adquiere carta de naturaleza a partir del </span><a class="new" title="Edicto de Toledo (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Edicto_de_Toledo&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">Edicto de Toledo</span></a><span style="font-family:arial;"> de 1525.<br />Los alumbrados pueden englobarse dentro de una corriente mística similar desarrollada en Europa en los siglos XVI y XVII, denominada iluminismo que no debe ser confundida con la secta de los </span><a title="Illuminati" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Illuminati"><span style="font-family:arial;">iluministas bávaros</span></a><span style="font-family:arial;"> (o illuminati), ni, evidentemente, con la </span><a title="Ilustración" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ilustración"><span style="font-family:arial;">Ilustración</span></a><span style="font-family:arial;">. Es muy habitual utilizar el nombre de iluminista como sinónimo de alumbrado. También se utilizó en la época el nombre de dejado.</span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_note-0"><span style="font-family:arial;">[1]</span></a><span style="font-family:arial;"><br />Los alumbrados creían en el contacto directo con Dios a través del Espíritu Santo mediante visiones y experiencias místicas, lo cual llevó a la Inquisición Española a promulgar al menos tres edictos en su contra. Algunos místicos como </span><a class="mw-redirect" title="Teresa de Ávila" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Teresa_de_Ãvila"><span style="font-family:arial;">Teresa de Ávila</span></a><span style="font-family:arial;"> fueron inicialmente sospechosos de pertenecer a los alumbrados.<br />En 1532 se realiza el proceso a Vergara, Tovar, Eguía, </span><a class="new" title="María de Cazalla (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Mar%C3%ADa_de_Cazalla&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">María de Cazalla</span></a><span style="font-family:arial;"> y Castillo.</span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_note-1"><span style="font-family:arial;">[2]</span></a><span style="font-family:arial;"> María de Cazalla, procesada por alumbrada, en su defensa alegó que en Guadalajara alumbrada se aplicaba a toda persona recogida y devota.</span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_note-2"><span style="font-family:arial;">[3]</span></a><span style="font-family:arial;"> Los alumbrados se reunían en </span><a class="new" title="Conventículo (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Convent%C3%ADculo&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">conventículos</span></a><span style="font-family:arial;"> en pequeñas localidades del centro de Castilla, como Pastrana o Escalona, leían e interpretaban personalmente la Biblia y preferían la </span><a class="new" title="Oración mental (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Oraci%C3%B3n_mental&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">oración mental</span></a><span style="font-family:arial;"> a la vocal, como hicieron posteriormente los </span><a class="mw-redirect" title="Quietista" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Quietista"><span style="font-family:arial;">quietistas</span></a><span style="font-family:arial;">.<br /></span><a class="new" title="Pedro Ruiz de Alcaraz (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Pedro_Ruiz_de_Alcaraz&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">Pedro Ruiz de Alcaraz</span></a><span style="font-family:arial;">, </span><a class="new" title="Isabel de la Cruz (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Isabel_de_la_Cruz&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">Isabel de la Cruz</span></a><span style="font-family:arial;"> y Bedoya formaron el núcleo de Escalona de 1511, que algunos han considerado como un precedente del pensamiento de </span><a title="Juan de Valdés" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_de_Valdés"><span style="font-family:arial;">Juan de Valdés</span></a><span style="font-family:arial;"> al proclamar el “amor de Dios” no como idea mística, sino como certeza absoluta de que Dios guía a la mente humana para poder leer la Escrituras con entera libertad.</span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_note-3"><span style="font-family:arial;">[4]</span></a><span style="font-family:arial;"> En este fragmento de la acusación inquisitorial contra los de Escalona se les compara con otras herejías medievales, como los husitas, y se manifiestan sus doctrinas:<br /></span><em><span style="font-family:arial;">"se resucitan eregias porque aquel ynterior dexamiento aquella suspensión occiosa de pensamiento aquel no hazer mas de dexarse a que Dios obre y no ellos herror fue de Ioannes hus y de Ioannes flirseso por Leuterio seguido que niegan el libre alvedrio para obrar puniendo la perfeezion en padezer y aquella perfeczion falsa que dogmatizan... de los bigardos y biguinos emano pues propone con ellos que los perfectos no son obligados a ayunar, a orar, ni a humana obediencia subjetos, ni a preceptos de yglesia obligados porque ubi pus dñi ibi libertas (ubi opus domini ibi libertas) y a la adoración y herimiento de pechos que niegan claro es se de los mismos y si el zelo del santo officio no lo ataja es cierto llegara a yntroducir la abominable caridad que almerico y fray alonso de meya dogmatizaron. Lo tercero es sy bien es el cevo del anzuelo en los hereticos mayor cevo es el mayor bien todos los ereges antepasados pretendían la evangelica verdad o bondad y esto el que mas lo pretendía el Leuterio perfido que pretende evangelica libertad..."<br /></span></em><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_note-4"><span style="font-family:arial;">[5]</span></a><span style="font-family:arial;"><br />El informe del prior de los dominicos de Lucena a la Inquisiclón de Córdoba, en 1585, recoge la pretensión de los alumbrados de comulgar sin confesar, porque creían que gente justificada y confirmada en el bien no pueden ya pecar</span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_note-5"><span style="font-family:arial;">[6]</span></a><span style="font-family:arial;"><br /></span><a class="new" title="Hernando Álvarez (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Hernando_%C3%81lvarez&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">Hernando Álvarez</span></a><span style="font-family:arial;"> y </span><a class="new" title="Cristóbal Chamizo (aún no redactado)" href="http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Crist%C3%B3bal_Chamizo&action=edit&redlink=1"><span style="font-family:arial;">Cristóbal Chamizo</span></a><span style="font-family:arial;"> fueron unos clérigos de </span><a title="Llerena" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Llerena"><span style="font-family:arial;">Llerena</span></a><span style="font-family:arial;"> acusados de extender por Extremadura a finales del XVI y principios del XVII unas extravagantes prácticas y opiniones teológicas, que se consideraron equivalentes a las de los alumbrados por la Inquisición:<br />Al menosprecio de los preceptos divinos y a la profanación de los lugares más sagrados, unían una disolución carnal inconcebible, y las penitencias que en el confesionario propinaban, eran ayuntamientos sexuales de las confesadas con ellos mismos, enseñándoles que el Mesías había de nacer del comercio de una doncella con alguno de los confesores alumbrados.</span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_note-6"><span style="font-family:arial;">[7]</span></a><span style="font-family:arial;"><br /></span><a id="Referencias" name="Referencias"></a><br /><strong><span style="font-family:arial;">Referencias<br /></span></strong><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_ref-0"><span style="font-family:arial;">↑</span></a><span style="font-family:arial;"> Manuel de León Los «alumbrados» españoles y Lutero </span><a class="external autonumber" title="http://www.protestantedigital.com/new/orbayu.php?1074" href="http://www.protestantedigital.com/new/orbayu.php?1074" rel="nofollow"><span style="font-family:arial;">[1]</span></a><span style="font-family:arial;"><br /></span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_ref-1"><span style="font-family:arial;">↑</span></a><span style="font-family:arial;"> Ricardo García Cárcel, (1996) La cultura del Siglo de Oro. Pensamiento, arte y literatura (Historia de España, vol. 17), Madrid, Temas de Hoy </span><a class="internal" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Especial:BookSources/8476792956"><span style="font-family:arial;">ISBN 84-7679-295-6</span></a><span style="font-family:arial;"> pgs. 31-32<br /></span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_ref-2"><span style="font-family:arial;">↑</span></a><span style="font-family:arial;"> Pedro Sanronja (2000) Las doctrinas de los alumbrados españoles </span><a class="external autonumber" title="http://www.ucm.es/BUCM/revistas/fll/02122952/articulos/DICE0000110353A.PDF" href="http://www.ucm.es/BUCM/revistas/fll/02122952/articulos/DICE0000110353A.PDF" rel="nofollow"><span style="font-family:arial;">[2]</span></a><span style="font-family:arial;"><br /></span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_ref-3"><span style="font-family:arial;">↑</span></a><span style="font-family:arial;"> Nieto, sobre “Juan de Valdés y los orígenes de la Reforma en España e Italia”, citado por Manuel de León, op. cit.<br /></span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_ref-4"><span style="font-family:arial;">↑</span></a><span style="font-family:arial;"> Citado por Pedro Santonja, op. cit., pg. 362<br /></span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_ref-5"><span style="font-family:arial;">↑</span></a><span style="font-family:arial;"> Citado por Pedro Santonja, op. cit., pg. 365<br /></span><a title="" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados#cite_ref-6"><span style="font-family:arial;">↑</span></a><span style="font-family:arial;"> Hurtado, Publio. Supersticiones extremeñas. En: Revista Extremadura, t. II-IV, 1901-02 </span><a class="external autonumber" title="http://alcazaba.unex.es/~emarnun/docs/badajoz/lacampin/alumbra.htm" href="http://alcazaba.unex.es/~emarnun/docs/badajoz/lacampin/alumbra.htm" rel="nofollow"><span style="font-family:arial;">[3]</span></a><span style="font-family:arial;"><br /><br /></span><div>Tomado de Wikipedia (<a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados">http://es.wikipedia.org/wiki/Alumbrados</a>)</div>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1350122117990172126.post-68507840071768778012008-05-26T08:51:00.000-04:302008-05-26T09:51:27.385-04:30Noche oscura<div align="right"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBczk-67ye4t3tpquwjDGN4vXCcWKIGBmt6xOg6GSCkVH7M2FXkB9clggxK5WEdixDQI8HWHyu5TjY9FIkbugY0UqVuZod7I64Y9gAzUXxxhHCvD2bHnRdmJpUgdE3XN_-FEeYQL_Hafjd/s1600-h/JohnCross.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5204680423513058850" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; CURSOR: hand" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBczk-67ye4t3tpquwjDGN4vXCcWKIGBmt6xOg6GSCkVH7M2FXkB9clggxK5WEdixDQI8HWHyu5TjY9FIkbugY0UqVuZod7I64Y9gAzUXxxhHCvD2bHnRdmJpUgdE3XN_-FEeYQL_Hafjd/s400/JohnCross.jpg" border="0" /></a> <strong><span style="font-size:130%;">San Juan de La Cruz*</span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCJEkxJTVsOdSZC4Atyf5x-cO0IgNkBlS0MoNqcJqQiLxBbGh7rQwtgaH3MOVsvEhYXEAZ38tZfVVdW4efWP2FUAcAbJFJG_MRcybFfoWaVxdAkJUuoK0ab5w7T6cZf4YA3peVdX4EHDrP/s1600-h/JohnCross.jpg"></a></strong></div><br /><br /><br /><br /><br /><br /><br /><div align="right"><strong></strong></div><br /><br /><br /><br /><br /><strong>Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación espiritual.</strong><br /><p></p><p><span style="font-family:arial;"></span></p><p><span style="font-family:arial;"></span></p><p><span style="font-family:arial;"></span></p><p><span style="font-family:arial;"></span></p><p><span style="font-family:arial;"></span> </p><p><span style="font-family:arial;"></span> </p><p><span style="font-family:arial;"></span> </p><p><span style="font-family:arial;"></span> </p><p><span style="font-family:arial;">1. </span></p><p><span style="font-family:arial;">En una noche oscura,</span></p><p><span style="font-family:arial;">con ansia, en amores inflamada,</span></p><p><span style="font-family:arial;">¡oh dichosa ventura!,</span></p><p><span style="font-family:arial;">salí sin ser notada,</span></p><p><span style="font-family:arial;">estando ya mi casa sosegada.<br /></span></p><p><span style="font-family:arial;">2. </span></p><p><span style="font-family:arial;">A oscuras y segura</span></p><p><span style="font-family:arial;">por la secreta escala, disfrazada,</span></p><p><span style="font-family:arial;">¡oh dichosa ventura!,</span></p><p><span style="font-family:arial;">a escuras y en celada,</span></p><p><span style="font-family:arial;">estando ya mi casa sosegada.<br /></span></p><p><span style="font-family:arial;">3. </span></p><p><span style="font-family:arial;">En la noche dichosa,</span></p><p><span style="font-family:arial;">en secreto, que nadie me veía,</span></p><p><span style="font-family:arial;">ni yo miraba cosa,</span></p><p><span style="font-family:arial;">sin otra luz y guía</span></p><p><span style="font-family:arial;">sino la que en el corazón ardía.<br /></span></p><p><span style="font-family:arial;">4. </span></p><p><span style="font-family:arial;">Aquesta me guiaba</span></p><p><span style="font-family:arial;">más cierto que la luz del mediodíaa</span></p><p><span style="font-family:arial;">donde me esperaba</span></p><p><span style="font-family:arial;">quien bien yo me sabía</span></p><p><span style="font-family:arial;">en parte donde nadie parecía.<br /></span></p><p><span style="font-family:arial;">5. </span></p><p><span style="font-family:arial;">¡Oh noche que guiaste!</span></p><p><span style="font-family:arial;">¡Oh noche, amable más que el alborada!</span></p><p><span style="font-family:arial;">¡Oh noche que juntaste</span></p><p><span style="font-family:arial;">Amado con amada,</span></p><p><span style="font-family:arial;">amada en el Amado transformada!<br /></span></p><p><span style="font-family:arial;">6. </span></p><p><span style="font-family:arial;">En mi pecho florido,</span></p><p><span style="font-family:arial;">que entero para él solo se guardaba,</span></p><p><span style="font-family:arial;">allí quedó dormido,</span></p><p><span style="font-family:arial;">y yo me regalaba,</span></p><p><span style="font-family:arial;">y el ventalle de cedros aire daba.<br /></span></p><p><span style="font-family:arial;">7. </span></p><p><span style="font-family:arial;">El aire del almena,</span></p><p><span style="font-family:arial;">cuando ya sus cabellos esparcía,</span></p><p><span style="font-family:arial;">con su mano serena</span></p><p><span style="font-family:arial;">en mi cabello hería,</span></p><p><span style="font-family:arial;">y todos mis sentidos suspendía.<br /></span></p><p><span style="font-family:arial;">8. </span></p><p><span style="font-family:arial;">Quedéme y olvidéme,</span></p><p><span style="font-family:arial;">el rostro recliné sobre el Amado;</span></p><p><span style="font-family:arial;">cesó todo, y dexéme,</span></p><p><span style="font-family:arial;">dexando mi cuidado</span></p><p><span style="font-family:arial;">entre las azucenas olvidado.<br /></span></p><p><em></em> </p><p><em>*Juan de Yepes Álvarez (*</em><a title="Fontiveros" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Fontiveros"><em>Fontiveros</em></a><em>, </em><a title="Provincia de Ávila" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Provincia_de_Ãvila"><em>Ávila</em></a><em>, </em><a title="España" href="http://es.wikipedia.org/wiki/España"><em>España</em></a><em>, </em><a title="24 de junio" href="http://es.wikipedia.org/wiki/24_de_junio"><em>24 de junio</em></a><em> de </em><a title="1542" href="http://es.wikipedia.org/wiki/1542"><em>1542</em></a><em> – †</em><a title="Úbeda" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Ãbeda"><em>Úbeda</em></a><em>, </em><a title="14 de diciembre" href="http://es.wikipedia.org/wiki/14_de_diciembre"><em>14 de diciembre</em></a><em> de </em><a title="1591" href="http://es.wikipedia.org/wiki/1591"><em>1591</em></a><em>), conocido como estudiante con el nombre de fray Juan de Santo Matía y más tarde como San Juan de la Cruz, fue un </em><a title="Poeta" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Poeta"><em>poeta</em></a><em> </em><a title="Místico" href="http://es.wikipedia.org/wiki/Místico"><em>místico</em></a><em> y religioso </em><a title="España" href="http://es.wikipedia.org/wiki/España"><em>español</em></a><em>. Desde </em><a title="1952" href="http://es.wikipedia.org/wiki/1952"><em>1952</em></a><em> es el Patrono de los poetas en lengua española.</em></p><p>Tomado de "<a href="http://es.wikisource.org/wiki/Noche_oscura">http://es.wikisource.org/wiki/Noche_oscura</a></p>historiografiashttp://www.blogger.com/profile/11367785046168583119noreply@blogger.com0